Rafa Gálvez, que se retiraba entre lágrimas cuando entró por él Sergi García, se quedó abatido en el banquillo al término del encuentro. Así le vimos a él solo, tras el pitido final, un buen rato. Muy afectado pasaba también por sala de prensa después, quizás muy pensativo en si este era su último partido con el Alba en esta segunda etapa en el club blanco.
El capitán del Albacete Balompié, Rafa Gálvez, valoraba, tras perder con el Costa Brava, que: «Es un día complicado, difícil de asimilar, no sé qué ha podido pasar, lo hemos intentando pero no ha salido».
Aunque ahora vienen 180 minutos que nos jugamos la vida, la ilusión y esto hay que olvidarlo y lo que sea».
«Es un momento complicado a nivel personal, porque es un grupo de chavales que son una familia, estaré con ellos a muerte».
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Este grupo de personas, también el cuerpo técnico y el club, han demostrado una profesionalidad impresionante y ahora es momento de olvidar lo pasado, corregirlo, afrontarlo y demostrar quiénes somos y qué queremos en un futuro».
«Hay que ir a por el objetivo que nos marcamos cuando pisamos por primera vez Albacete».
«Todos queremos el ascenso, hoy todo es negativo, pero mañana vuelve a salir el sol y volveremos con la ilusión intacta».
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Nos jugamos el ascenso y tenemos que ir a muerte».
«Si nos paramos a lamentarlo, nos come el sábado. Hay que despejar la mente, porque el fútbol es esto».
«El sábado nos jugamos la vida y hay que tener la mentalidad de ir ahí a ganar, no hay otra».
«En el anterior ascenso quedamos primeros y éramos los mejores, nos ganó el Lorca y éramos los peores, pero al final ascendimos. El pasado, ni por lo bueno ni por lo malo sirve ya, hay que mirar al futuro y trabajar para ello, no hay otra».
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