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GREENPEACE ADVIERTE DE “PUNTOS NEGROS” EN LA CALIDAD AMBIENTAL DE LA PROVINCIA

Castilla-La Mancha suspende en cuestiones medioambientales, según un informe de Greenepeace que advierte que en todo el país hay 400 puntos negros en calidad ambiental y en Castilla-La Mancha se encuentran 33 de ellos, varios en la provincia de Albacete, relacionados especialmente con los permisos en materia de fracking, en zonas como los Campos de Montiel.

La organización ecologista alude en esta región a la falta de voluntad política en las medidas para promover el reciclaje, la carencia de planes de ordenación de superficies forestales y el cultivo de transgénicos, entre otras muchas cuestiones, como algunos de los puntos negros que la organización Greenpeace ha ubicado en la región, dentro de su primera ‘Radiografía social del medio ambiente en España’. En el del ranking general de comunidades autónomas, ocupa el número 12 en cuanto a calidad ambiental, que es “baja” junto con la de Asturias, País Vasco, Comunidad Valenciana y Cantabria.

En el caso de Castilla-La Mancha destaca muchos aspectos negativos, empezando por su “tierra nuclear”: cuenta con la central de Trillo en activo y la de Zorita en proceso de desmantelamiento. Recuerda asimismo que la localidad conquense de Villar de Cañas ha sido elegida para albergar el futuro almacén de residuos nucleares (ATC), e incluye en esta lista los proyectos de fractura hidráulica en Ciudad Real, Guadalajara y Albacete, así como las centrales térmicas de carbón de Puertollano y Elcogás, que emiten CO2 y generan gases contaminantes.

En el capítulo de los transgénicos, Greenpeace cifra en 7.973 las hectáreas de cultivos de este tipo, según datos de 2012, y denuncia además la falta de transparencia en los datos sobre esta superficie, con una diferencia del 77,95% entre laa estimaciones del Ministerio de Agricultura y los datos reales facilitados por el Gobierno regional.

Tampoco aprueba Castilla-La Mancha en gestión de residuos. La organización nombra al Gobierno regional “campeón del antirreciclaje” por “una flagrante ausencia de voluntad política para reciclar y recuperar residuos”. Según datos de 2013, solo se recuperó o creció el 7,45% de los residuos, “la peor comunidad de España”.

Sobre espacios naturales, esta radiografía hace especial mención al “descuido en el cuidado” del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, “en peligro” por los miles de pozos ilegales en el Acuífero 23. También denuncia una superficie forestal descuidada, ya que solo el 8,03% de la misma cuenta con un plan de ordenación; y asegura que la región es “tierra de grandes incendios”, mencionando los de Hellin, Chequilla, Alcoroches, Cubillos de Uceda, Navas de Estena y El Real de San Vicente en 2012 (9.300 hectáreas calcinadas), y los de Almorox, Tortuero, Tórtola de Henares y Valceconcha en 2013 (3.850 hectáreas afectadas). Indica por último que el 24,98% de la superficie castellano-manchega (la cuarta parte) está en riesgo de desertificación.

Destaca de la región como aspectos positivos que tiene “potencial renovable”, siendo la comunidad con más potencia eléctrica generada por energía solar fotovoltaica, y la tercera en producción termosolar y generación eólica.