41

Por Julio Martínez
Recuerdo la debacle en el último minuto en Gerona del año pasado. Allí vimos al mejor Alba del curso, pero Cataluña firmó la sentencia del club de los juristas de talla XXL. ¿Dónde estabas hace 20 años? Esa es la pregunta de este sábado que a todos nos ha reubicado en el lugar en que vimos caer a la Edad Contemporánea. El Alba empató un día antes con el Extremadura del amigo Duré. Seguro que estabas en la feria, qué menos. Este año no la pisarás, pero sí puedes pisar el Carlos Belmonte. Siempre y cuando seas uno de los 7.000 santos que se han dejado los cuartos en favor del proyecto de la cuadrilla que antes de buscar futbolistas busca sinopsis de películas para firmar demandas de ficción.
Este Alba es el mejor de todos. Está en la purria futbolística, es más inútil que la primera F de RFEF, pero se empeña en hacerse de rogar. Lo mismo le da De la Barrera que estar en la barrera con Candel. O buscar a otros presidentes en la ciudad deportiva para soltar el bulo del culo. Lo que no filtran es quién fue el primer empleado que salió del ERTE después de la pandemia. Antes saldrán las fotos de la boda, no las del que manda. Esas ya las hemos visto. Ha sido la primera referencia que tenemos del que manda allá por Beirut y por la capital del delito chavista.
Tranquilo, ya sé que te has quedado con las ganas de saber lo del ERTE. Yo me quedé igual. Tras la pandemia, despacho mediante, el Albacete no incorporó a la plantilla a los empleados fundamentales sino que reactivó la nómina de la responsable de taquillas. Todo el mundo sabe que en el futbol pandémico sin gente en los estadios era fundamental tener a tope al equipo de taquillas. Una más de este club que sigue dejándonos capítulos para la historia. Uno en la barrera, insisto, otro desde la Barrera y otro en el Rincón Gallego, por partida doble. Al menos el que recomienda a los jugadores tiene buen gusto. Gastronómicamente hablando y, por qué no decirlo, en el aspecto deportivo.
Alfonso Serrano ha firmado dorsales de calidad que deben colocar al Alba en la órbita del fútbol profesional. A Rubén de la Barrera le está costando dar con la tecla, pero tiene mimbres de sobra para hacer sonar el piano de la propiedad. La victoria ante el Andorra es fundamental para entender lo que ha de ser esta temporada. Lo firmábamos la pasada semana, es importante hacer pedagogía. El Alba empieza el curso con Castellón, Atlético Baleares, Andorra y ahora Villarreal B. Es un inicio duro, pero ya van 6 de 9. ¿Ha jugado bien el Alba? No. ¿Ha jugado bien el Andorra? Sí. ¿Quién ha ganado? Esto es fútbol y esto es Albacete.
Es una victoria de esas que hacen equipo. El gol de Manu Fuster y la pujanza de un Sergi Maestre que será fundamental en mayo han hecho que el Albacete se ponga el mono de trabajo. Los diez que han quedado en el campo han entendido a la perfección lo que requería el último tramo del partido. Defender y perder tiempo. Tres puntos, ahora bien, el Alba ya debe ir pensando qué quiere ser en este año semiprofesional en lo deportivo y judicial en lo directivo. En un sitio perderá por analfabetismo funcional, pero en el otro sí tiene visos de prosperar. De la Barrera debe de otorgarle más peso a Fran Álvarez en el juego y surtir de balones a un Jordi Sánchez que se aburre más que algún periodista viendo a Morante de la Puebla. Más allá de cómicos de prensa casquivanos y de ‘Bíctor’ con B de buscapleitos, el Alba va a estar arriba, que no es poco. Perdón, volver a sembrar.