Lo cuenta el diario El País, el expresidente de Caja Castilla La Mancha (CCM) y del PSOE Juan Pedro Hernández Moltó ha asegurado antes del inicio del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional que está con la conciencia “muy tranquila” porque actuó al frente de la entidad financiera con “total transparencia y con absoluta honestidad”.
En el juicio se ha llegado a definir como “animador sociocultural de CCM” y ha defendido su inocencia.
La Audiencia juzga también a su ex director general Ildefonso Ortega por una presunta maniobra contable con las que ocultaron las millonarias pérdidas de la entidad –que tuvo que ser intervenida- del ejercicio 2008.
Ambos se enfrentan a una condena de dos años y medio de prisión y a su inhabilitación durante ese tiempo, después de que la Fiscalía viera indicios de un delito societario en una maniobra que les ayudó a anunciar un beneficio de 30 millones de euros en lugar de unas pérdidas de 182 millones que arrastraba la extinta caja.
Caja Castilla La Mancha fue la primera entidad española en ser intervenida en esta crisis, después de que en marzo de 2009 el Consejo de Ministros aprobara una inyección de fondos públicos de 9.000 millones de euros.
Según el juez instructor, CCM concedió préstamos “sin observar las reglas de la práctica habitual y de la propia normativa interna de la entidad respecto de las garantías exigibles para autorizar dichas operaciones, lo que se tradujo en un trato de favor hacia la parte deudora”.
Todo ello, según el informe pericial “supuso un claro perjuicio económico a CCM, ya que los préstamos fueron total o parcialmente impagados y las garantías resultaron insuficientes para su recuperación”, siendo además “muy significativo” que muchos se concedieron cuando la caja “atravesaba una situación de grandes problemas de liquidez”.