Por Carlos Garrido
El conjunto de Balazote pelea por entrar en playoff, mientras que el Villarrobledo busca alejar fantasmas y asegurar la permanencia
Con solo cuatro jornadas por delante en el grupo XVIII de Tercera RFEF, el CD Huracán de Balazote y el CP Villarrobledo afrontan un final de Liga lleno de retos y exigencias, aunque con objetivos bien distintos.
El Huracán, en una temporada notable, todavía sueña con alcanzar el playoff de ascenso a Segunda RFEF. Actualmente es séptimo con 47 puntos, a solo cuatro de la zona noble. Su siguiente compromiso será este viernes 18 de abril, a las 18:00 horas, en casa ante el Manzanares CF, colista de la categoría. Un partido que, sobre el papel, puede ser una gran oportunidad para seguir apretando por los puestos de privilegio.
Por su parte, el CP Villarrobledo está librando su particular batalla para evitar sustos de última hora. Ha sido una temporada complicada en el seno del club, tanto a nivel institucional como deportivo, y eso se ha notado en los resultados. El equipo es decimoquinto con 33 puntos, justo por encima del descenso directo, aunque con un colchón de once puntos. Sin embargo, necesita salir de esa peligrosa zona para evitar un posible arrastre al final del curso y certificar una histórica permanencia. Su siguiente cita será el jueves 17 de abril, a las 16:30 horas, recibiendo en el Virgen de la Caridad al CD Pedroñeras, rival asentado en la zona media de la tabla.
Se avecina un final de curso emocionante, en el que cada punto será decisivo. El Huracán quiere seguir soñando. El Villarrobledo, despertar sin sobresaltos.
