Un equipo de biología de la Universidad de Santiago, además de Ecologistas en Acción, acaba de denunciar que en los ríos españoles, situación de la que no se salva el Júcar, hay una cada vez más elevada presencia de productos como el ibuprofeno, ansiolíticos y hasta cocaína. Destacan que varios estudios de universidades españolas han detectado la presencia de fármacos y drogas en los ríos.
Detallan que por ahora son concentraciones bajas, pero que empiezan a afectar a los insectos. Todavía se está estudiando el efecto que pueden tener a largo plazo en otras especies.
Además, apuntan que han encontrado esteroides, antibióticos, cocaína y que los ríos son el reflejo del aumento del consumo de estas sustancias en la sociedad.
«Los consumimos y por la orina los expulsamos, eso va a las aguas residuales que en las depuradoras no tienen un tratamiento adecuado y va directamente a los ríos», explicaba en La Sexta Julio Barea, Portavoz de Greenpeace.
Así, también en Castilla-La Mancha, en el río Tajo, a través de otros cauces de agua como el Jarama o el Manzanares, recibe las aguas residuales de más de seis millones de personas, por eso, a su paso por Toledo, se han detectado sustancias en el agua como ansiolíticos.
En Albacete, el Júcar presenta más niveles de Ibuprofeno.