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El IES Tomás Navarro Tomás de Albacete, ejemplo de inclusión educativa

El IES Tomás Navarro Tomás, situado en la Avenida de España de la ciudad de Albacete, cuenta desde hace tres años con un Aula TEA, cuyo equipo hace visible el interés de toda su comunidad educativa por todos y cada uno de sus alumnos.

Un aula que en estos pocos años ha doblado su alumnado hasta contar ahora con siete estudiantes -la ratio máxima que marca la ley educativa para estos grupos-. Este curso estrenan nueva clase, con más espacio, y tanto los alumnos como sus profesionales siguen siendo todo un referente en el centro educativo.

De estos estudiantes todos destacan que «es mucho más lo que nos dan que lo que nos reciben».

Esta aula supone para el centro «una gran oportunidad  experimentar la inclusión desde el respeto, la tolerancia y la aceptación de todo el alumnado. Los niños con TEA están plenamente integrados en el centro y forman parte de él», como lo destaca Mercedes Fernández Aroca, directora del IES Tomás Navarro Tomás.

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Uno de los estudiantes de esta Aula es Pablo Soro Benito, que lleva tres años en este centro y destaca que «aquí estoy encantando, con muy buenos amigos profesores que me ayudan mucho». Y subraya que no solamente siguen las clases -él es uno de los estudiantes del Aula TEA que sigue las distintas materias integrado plenamente en una clase digamos ordinaria- también realizan actividades como acudir al campus.

En este sentido, Sonia Romero y Marisa Paños, responsable de Pedagogía Terapeutica (PT) y maestra de Audión y Lenguaje, respectivamente, profesionales del Aula TEA destacan la importancia de trabajar con estos estudiantes la transición a la vida adulta.

Pablo Soro indica que seguirá estudiando en el centro y que después le gustaría cursar algo relacionado con Informática. Este estudiante de tercero de Secundaria subraya que «sin duda, recomendaría este centro, porque aquí nos ayudan mucho y se hacen muy buenos amigos».

Hugo Toboso, otro de los alumnos del Aula TEA, que cursa también tercero de Secundaria, apunta que ahora viene aquí todos los días desde La Roda y pone en valor que «aquí estoy muy contento y he hecho amigos como Pablo. Me encantan las clases aquí», si bien reconoce que la pandemia sanitaria les ha impedido hacer algunas de las actividades en el exterior que antes llevaban a cabo y que les gustaría retomar.

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Los dos destacaban que estar aquí es hacerlo como «estar en casa, somos una familia».

Pablo y Hugo están en su tercer año es evidente su completa integración en el centro tras este  tiempo, pero también lo es la de Cristina Landete. Sus problemas de audición o de visión no le han impedido integrarse plenamente en este instituto donde cursa primero de Secundaria.

Ella destaca que «me encanta el instituto, he empezado este año y estoy muy contenta». «Aquí he hecho muchísimos amigos y me gustan todas sus actividades», incide.

En el aula TEA el resto de estudiantes del centro también se sienten como en casa y por aquí pasan a saludar a algunos de sus compañeros y amigos, como lo hace por ejemplo Cristina. También Jorge Rubio, estudiante de cuarto de Secundaria en este centro, no es usuario de este recurso pero es uno más ayudando al resto cuando está en las instalaciones.

En declaraciones a MasqueAlba, destacaba que «estoy contentísimo con este centro. No era mi primera opción pero fue la que me dieron y ahora estoy encantado de haber venido aquí».

Pone de relieve que «es espectacular el trato que recibimos de los profesores, como si estuvieras en tu casa, se preocupan por todo. Su trabajo va más allá de impartir la clase sin más y eso creo que también despierta el interés del alumno por aprender».

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Con estos estudiantes, Sonia Romero trabaja el ámbito científico-tecnológico y Marisa Paños el sociolingüístico. Ayudan a dos de los alumnos que están el 100% de su horario en el aula ordinaria -Pablo y Hugo- con el horario inclusivo, al tiempo que hacen apoyo específico en el Aula  TEA, donde cuentan con el apoyo de dos profesionales más.

Subrayan que «el equipo TEA aquí funciona muy bien por la implicación de toda la comunidad educativa, ellos son conocidos y queridos por todo el centro» y destacaban que «las familias también se implican mucho y eso es importante». Apuntan que «al principio, por el gran paso de incertidumbre de Primaria a Secundaria, con el paso de las semanas se relajan completamente y en nuestro contacto diario se ve su satisfacción».

El trabajo en esta aula, como en otras muchas áreas del centro, ponen de relieve que se trata de un instituto pequeño, dinámico, abierto a familias y a la comunidad, centrado tanto en la formación del alumnado  como de  cuidar de su  bienestar personal y emocional. «Si están a gusto, trabajarán a gusto. Cuidamos a los alumnos en un ambiente de confianza y colaboración», ponen en valor desde este Instituto.

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