En los últimos días ha habido cruce de declaraciones entre el Partido Popular, en la oposición, y el alcalde de Hellín, el socialista Ramón García, a cuenta de si el punto de atención de la Policía Local que se ha instalado en el barrio del Calvario, una zona conflictiva en Hellín, está dotado o no con las medidas adecuadas.
Desde el PP criticaban las situaciones, con pedradas incluso que habían vivido algunos agentes, y el alcalde les recriminaba que ellos no hicieron nada en los cuatro años que estuvieron en el equipo de Gobierno local, como han recogido medios locales.
Pues bien, según ha podido saber MasqueAlba, el centro itinerante carece de medidas de seguridad como cristales antibalas, cámaras de videoviligancia o un mostrador independiente que no permita el contacto directo con los agentes, como es habitual en las instalaciones policiales.
Pese a ello, los agentes hacen un trabajo profesional, aunque a los expertos en seguridad pública no les hayan consultado qué necesitaría ese centro itinerante antes de abrirlo. Coinciden en que hacía falta pero reclaman que se dotase de los medios necesarios porque esto incrementa las posibilidades de sufrir un atentado grave.
De hecho, el día que lo abrieron, y en esa situación de pedradas que criticaban desde la oposición, no fue sólo eso lo destacable. Según hemos podido comprobar, un conductor no obedeció la señal de stop y al ser detenido por los agentes comprobaron que carecía de carnet de conducir -que nunca había obtenido- y además circulaba con una tasa elevada de alcohol. Además, su acompañante estaba siendo buscado por Policía Nacional por unas diligencias pendientes a las que le dieron curso. Mientras los agentes retiraban el vehículo objeto del delito, un grupo numeroso de personas les lanzaron, teniendo que refugiarse los agentes refugiarse en los vehículos policiales para poder llevar a cabo la retirada del vehículo.
Los agentes pusieron esta situación en conocimiento del alcalde.