Lo cuenta el diario El País, Audiencia Nacional ha condenado a Instituciones Penitenciarias por impedir que un preso, que reside en Tobarra, fuera operado hasta en cinco ocasiones —ya programadas— antes de perder finalmente el dedo meñique, que le fue amputado junto a una parte de la mano debido a la enfermedad degenerativa de Dupuytren que sufría.
“Los medios sanitarios para paliar la referida enfermedad sufrieron un notorio retraso, por lo que su efectividad quedó enervada por la demora en su aplicación (…) La amputación no puede entenderse como una consecuencia directa de la enfermedad, sino de la demora en la adopción de la medida quirúrgica que, en principio, hubiera evitado la amputación”, detalla la sentencia.
El preso, además, alega que es artesano y necesita las manos para el desempeño de sus funciones. Honorio Gómez lo denuncia así desde Tobarra, donde vive ahora, empleado como ceramista después de cumplir 25 años de condena por robos y atentado a la autoridad, entre otros delitos.