Esta tarde una fuerte tormenta estática convertía las calles y los caminos de Chinchilla de Montearagón en auténticos ríos. Así que el temor llegaba hasta la capital, donde los servicios de Emergencia se preparaban por si el agua pudiera llegar a la zona de La Casita y el barrio de Medicina. Y llegó, alrededor de las 21.20 horas.
Lo hizo, afortunadamente, con menos virulencia que en anteriores ocasiones, pero con el mismo miedo y temor entre los vecinos, que están cansados de que las obras prometidas desde años para tratar de mitigar estas inundaciones no lleguen.
Los primeros vecinos que comenzaron a salir, temerosos, para ver el curso del agua, fueron los de las nueve familias que viven por la zona de La Casita. A uno señor le veíamos tratando de retirar ramas para que el agua no se acumulara alrededor de su casa; mientras otra vecina salía -en la ropa con la que estaba por casa y por su móvil como linterna- a comprobar la evolución de las inundaciones, porque estaba sola en casa con sus padres.

No fueron necesarios los rescates en piraguas a vecinos, que sí vimos en junio del año pasado, con inundaciones similares pero más fuertes; pero sí vivimos la incertidumbre y desesperación de Jesús y Angelita, los propietarios del bar La Casita que clamaban a los bomberos para que les dejaran cruzar a su establecimiento y poder asegurar sus entradas frente al agua. Finalmente, la policía y los bomberos accedieron y algunos de sus efectivos trazaron un camino seguro y acompañaron a Jesús en esta tarea.
A medida que el agua ‘tomaba’ también la avenida Puerta de Valencia eran más los vecinos que bajaban para interesarse por la situación, con un comentario común «¿hasta cuándo?».
La presidenta de la Asociación de Vecinos del Barrio de Medicina, Raquel Haro, era de las primeras en llegar a la zona. Hace años, los vecinos ya protagonizaron protestas en esta zona para exigir unas obras que no terminan de llegar.

El alcalde de Albacete, Manuel Serrano; el subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa; o el gerente de Aguas de Albacete, José Belda, junto a responsables de Bomberos y Policía, se desplazaban a la zona para seguir in situ el desarrollo de los acontecimientos.
Serrano, que estaba acompañando por el teniente de alcalde Francisco Navarro y el concejal de Proximidad Carlos Calero, ha agradecido el trabajo que desarrolla sobre el terreno todo el personal de emergencias, y ha afirmado que “afortunadamente contamos con grandes profesionales que están siempre alerta ante situaciones de emergencia meteorológica o de cualquier otro tipo”.
El hecho de que en Chinchilla dejara de llover hace horas y no lo haga tampoco en la capital ha ayudado esta vez a que las consecuencias de la inundación sean más leves que en otras ocasiones. Pero lo que no se puede rebajar mientras esta amenaza siga siendo una posibilidad es el temor y la incertidumbre que sufren los vecinos de esta zona de Albacete, para quienes de nuevo esta será una larga e interminable noche.





















































