Del juego sexual del ‘muelle’ o ruleta rusa sexual y su ‘moda’ o no entre los adolescentes, en una mezcla de sexo y alcohol, se empezó a hablar hace algo más de un año en Sudamérica. Tras varias informaciones sobre si se trataba de un bulo o si esta peligrosa moda de verdad iba en aumento entre los jóvenes, el diario El Mundo desataba la polémica esta semana al publicar un caso real, con un video difundido en la localidad madrileña de Fuenlabrada.
En el mismo se explica que el juego consiste en que los chicos se sientan, con los pantalones bajados, y las chicas van cambiando de uno a otro, dejando penetrarse sin más preámbulos. Pierde el primer chico que eyacule. Hay testimonios de jóvenes, que prefieren permanecer en el anonimato y que reconocen abiertamente haber jugado a esta peligrosa moda en la que se juega sin preservativo y cuyos efectos pueden ir desde un embarazo no deseado hasta una enfermedad de transmisión sexual o incluso desgarros en las jóvenes «porque no hay previa lubricación ni nada más, según lo que está trascendiendo», como lo advertía a MasqueAlba la ginecóloga Ana G. López que detallaba que, aunque en los servicios de Urgencias son reacios a hablar públicamente de estos asuntos, sí preocupa el número de jóvenes que pueden acudir a por la píldora del día después, evidentemente no porque todos jueguen a este u otro juego, pero sí en una clara muestra «de que falta mucho sobre educación sexual en esta sociedad».
En la misma línea, Elena García, médica de Atención Primaria ha advertido a este medio que entre los profesionales sanitarios existe una «verdadera preocupación» porque detectan «falta de educación sexual en los jóvenes, algunos menores», en una época en la que tienen acceso demasiado pronto, y muchas veces sin control a a internet o programas de mensajería móvil. Nos explicaba cómo desde que saltó la noticia en El Mundo la información ha corrido como la pólvora por las redes sociales y los sanitarios comentan la necesidad de una mejor educación sexual y más recursos a este respecto.
Desde la Policía Local o asociaciones como Asexórate han venido realizando charlas en los colegios, dentro de programas como Vívela, para advertir de la importancia de usar bien las redes sociales, de no enviar por ejemplo fotografías comprometidas o íntimas; así como de la importancia de ser conscientes de qué es el sexto y la necesidad de que se practique sin riesgos.
Para comprobar que este juego también preocupa en Albacete basta con rastrear grupos de Facebook y otras redes sociales para ver los testimonios de padres albaceteños.
UN JUEGO MUY PELIGROSO
El juego del muelle en cuestión consiste en cambiar cada 30 segundos de pareja y ver quién eyacula primero porque habrá perdido. Los profesionales como Ana creen que el juego del Muelle, por suerte, no es una moda, pero insisten en que tampoco es un bulo y que hay que tener cuidado con estas cosas.
«Hace décadas quizás se jugaba de manera inocente al juego del beso señalando con una botella, ahora los jóvenes aceleran todas las etapas y algunos encuentran la diversión en juegos sexuales que pueden ser muy peligrosos», advierte.
Y ponen de relieve los especialistas sanitarios otro aspecto: la práctica de estos juegos sexuales suele ir de la mano de la toma masiva de alcohol, con el riesgo añadido de otros problemas que ello también supone.
EMBARAZOS ENTRE MENORES, EN AUMENTO
Aunque por suerte no sea una práctica extendida la de ese juego, sí es importante tener en cuenta que el número de embarazos entre adolescentes va en aumento en la provincia de Albacete, según datos del Instituto Nacional de Estadística, por lo que se hace necesario reforzar los programas de educación sexual.
Si en 2014 hubo 44 embarazos en jóvenes menores de 18 años -dos de ellos en menores de 15 años-; en 2015 la cifra subió a los 47 y en el primer semestre de 2016 ya se había superado la mitad de ese dato -los datos completos del pasado año 2016 todavía no están publicados de manera oficial por el INE-. Pero, es más, si tomamos como referencia la edad de 19 años, en 2014 fueron unas 90 las jóvenes embarazadas con esa edad en Albacete y un año más tarde la cifra pasaba las 120, aumento significativo en valores porcentuales.