La Dirección General de Tráfico (DGT) ya prueba, desde este mes, en las carreteras españolas su nuevo método para evitar el uso de teléfonos móviles al volante: camiones y furgonetas camufladas. Este tipo de control se lleva a cabo desde hace años en Reino Unido, pues al ser la posición de los conductores más elevada, permite detectar infracciones del resto de vehículos que en un coche normal camuflado no se pueden percibir.
Así, desde esos camiones se pueden observar situaciones que, aunque son extremadamente peligrosas, son más comunes de lo que parecen: conductores que hablan por móvil, mandan mensajes, o incluso leen y escriben mientras están al volante.
Por el momento se están probando estos camiones camuflados en Castilla y León y en Galicia, aunque la intención de Tráfico es extenderla al resto de las carreteras españolas una vez haya finalizado este periodo de prueba.
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