Quique Setién, técnico del Lugo, se convirtió en el protagonista de la tarde cuando fue ovacionado en más de una ocasión durante el partido, por la afición local. Pero, además, fue acabar el encuentro y Setién tuvo que saltar al terreno de juego para acercarse a los aficionados de las distintas zonas que, puestos en pie, le despidieron entre lágrimas y aplausos. Los jugadores le mantearon, a él y a Bosuo, actual presidente, que salió también aclamado por la afición local al grito de «tú eres el Lugo». Los jugadores quisieron estar en la última rueda de prensa en casa de Setién, abarrotaron la sala de prensa y le despidieron con un fuerte aplauso y visiblemente emocionados. La afición volvió a esperar al míster y al presidente a la salida del estadio para ofrecerles un nuevo homenaje. Reconocimiento muy emotivo y que resulta raro en los tiempos que corren en la actualidad.