
La extrema sequía, con las reservas de ríos como el Júcar por debajo del 20%, hace que el recibo de la luz se esté encareciendo por las dificultades para generar energía en las hidroeléctricas. También el Segura, en la provincia igualmente de Albacete, se encuentra bajo mínimos.
Así, a los problemas en el campo, las amenazas que podrían llegar de restricciones en el consumo si la alarmante situación se mantiene, se suma también que el recibo eléctrico se está disiparon por la extrema sequía.
El consumidor medio ya ha pagado unos 74 euros más en el recibo de La Luz que en el mismo periodo de 2016, y se estima que cuando acabe el año el sobrecoste será de 100 euros, más de un 10% de repunte. El Gobierno achaca este alza a la sequía, que ha hundido la producción hidroeléctrica, una de las energías más asequibles, y ha obligado a quemar carbón y gas, más caras. Las eléctricas se quejan de que la baja pluviosidad les ha costado pérdidas millonarias.
Aunque, eso sí, también se apunta a que, además del clima, los incrementos responden también a fallos en el mercado y a la escasa oferta de otras energías renovables como la fotovoltaica.
