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LA FERIA SE NOS HA IDO

La Feria se nos ha ido. Otra más, junto con el bochorno de los primeros días del mes de Septiembre. Los niños y niñas ya se desperezan a golpe de timbrazo del despertador y empiezan a llenar las calles camino de sus colegios a primeras horas del día. El Alba no ha perdido aún un solo partido en su reencuentro con la segunda “B” y después de dos Elecciones Generales y de dos intentonas fallidas de investidura con distintos actores principales, seguimos sin Gobierno.

Los días pasan y todo sigue igual que el 21 de diciembre del año pasado, Rajoy sigue practicando su afición favorita: Sentarse a verlas venir. Pedro Sánchez sigue con lo suyo, a saber: Nadar contracorriente dentro y fuera de su partido, que dicho sea de paso es el mío, y mirando continuamente a todos los lados para ver por donde le vienen los palos. Pablo Iglesias y el Ciudadano Rivera continúan negándose mutuamente la más mínima posibilidad de entendimiento y la sufrida ciudadanía, mientras tanto, está echando cuentas para ver donde toca celebrar la próxima comida de Navidad, no sea que le toque formar parte de alguna mesa electoral, y se tenga que comer los langostinos rodeado de papeletas de votación en el colegio de la esquina y no en casa de su suegra, que hay días que no está uno para nada, ni para nadie.

Hay quien piensa que nuestro panorama político nacional se aclarará según los resultados que arrojen las elecciones gallegas y vascas del próximo día 25, especialmente las vascas, y también los hay que piensan que el día 26 de Septiembre todo seguirá igual de embrollado que ahora mismo. Vamos como en los toros: División de opiniones. Todo ello, aderezado con la investigación del Tribunal Supremo a Rita Barberá por su posible participación en el blanqueo de dinero en el PP de Valencia y por la petición del fiscal de los ERES de Andalucía de 6 de años de prisión para Griñán y 10 años de inhabilitación para Chaves. Temas éstos que hacen todavía más difícil y complicado ayudar a aupar a la Presidencia del Gobierno a Rajoy y que complican sobremanera la  imposible carambola de poner de acuerdo a los egos de Pablo Iglesias y del Ciudadano Rivera, que dicho sea de paso cada día que pasa parece conformarse con menos para dar su apoyo a Rajoy.

Y por si faltaba poco, va el Ministro De Guindos y, haciendo gala de don de la oportunidad que lo caracteriza, presenta un libro en el que se deshace en agradecimientos a Rajoy, lógico, y al ex ministro Soria, menos lógico, al día siguiente de que le sacaran los colores en el Congreso por el fallido nombramiento discrecional de este último para ocupar un puesto del todo goloso en el Banco Mundial, propuesta de nombramiento que se hizo pública cinco minutos después de perder Rajoy la segunda votación para ser investido Presidente del Gobierno y de la que, aunque ahora se han arrepentido, tanto justificaron en un principio,  desde el propio De Guindos a Rajoy, pasando por Cospedal, llegando a calificar casi como ilegal la posibilidad de negarle al ex ministro tal nombramiento, que aunque se ha demostrado y confirmado que era discrecional y político, trataron de disfrazarlo de concurso funcionarial mondo y lirondo.

¿Alguien es capaz de imaginar los titulares de todo tipo de prensa si esa propuesta de nombramiento se hubiese conocido después de que el PSOE se hubiera abstenido y por lo tanto Rajoy continuara de Presidente de Gobierno de forma efectiva y no en funciones? La lluvia de críticas hubiera sido brutal, por un lado y por otro, desde dentro y desde fuera, pero afortunadamente esa situación solo forma parte de la fabulación y nunca sabremos a ciencia cierta lo que hubiera ocurrido realmente. Aunque, conociendo el patio, no creo que me equivoque mucho si afirmo que más de uno y más de una que ahora piden la dimisión de Pedro Sánchez por pasiva, la hubieran pedido entonces también, aunque por activa.

Por cierto, en el famoso libro del Ministro de Guindos, amén de pelotear a Rajoy, al que retrata casi como un superhéroe, afirmando que “Rajoy fue la persona clave que en 2012 evitó el colapso de España”, no nos aclara quien pagará finalmente la  factura del rescate a la banca española, aunque todo apunta que será, como siempre, Juan Pobre. Es decir, la ciudadanía española, por mucho que entonces se nos dijera que nones, que serían los propios bancos quien harían cargo de la misma. Lo cierto es que, de momento, el Estado solo ha recuperado el 5,2% del total desembolsado, y eso, menos mal, que el mismísimo superhéroe en la presentación del citado libro afirmó en un alarde de imaginación sin precedentes que “la economía de España y la economía de los españoles es una cosa tremendamente seria”. ¡Anda, que si no llega a ser una cosa sería, miedo pensar lo que nos hubieran contado!

Es cierto que hasta el 31 de Octubre hay tiempo para reconsiderar posturas, para acercar posiciones, para establecer alianzas, incluso para decir aquello de “donde dije digo, digo Diego”. Hay tiempo para mil y una acciones, pero la pregunta del millón, a mi modo de ver al menos, es: ¿Quién quiere permitir que el PP vuelva a gobernar nuestro país para que siga haciendo de las suyas Montoro, para ver de Ministra a Cospedal, para ver a la Ministra del paro seguir encomendándose a la Virgen del Rocío o para seguir viendo como el Ministro del Interior condecora a Vírgenes y nombra comisarios a directores de periódicos amigos?

Y en esas cavilaciones de resaca ferial andaba uno, cuando me encontré con un tuit del genial José Luis Cuerda que decía lo siguiente: “¿Por qué alguien que no quiere que gobierne otro y puede impedirlo, tiene que permitirlo para que haya un gobierno que le parece espantoso?”.  Pues eso, ¿Por qué?

P.D. La Feria bien, gracias, y eso que no voy a los toros.