Un año más la familia Córdoba ha celebrado su reunión anual en Albacete.
Como cada año y según la tradición que uno de los componentes de esta familia – Vicente Córdoba – empezó en el año 2010, toda una familia, y desde todos los puntos de España, se congrega en nuestra capital.
Se reúnen para una vez al año poder verse y contar las vivencias de cada uno de ellos y ellas. Con una filosofía de que la familia es parte fundamental de nuestras vidas y reflexionando en que los tiempos vertiginosos que vivimos, poco espacio nos dejan para estar en unión y armonía; esta es una excusa perfecta para poder agrupar a las cuatro generaciones que ya forman esta familia.
Las ausencias siempre son inevitable por motivos variopintos dentro de cada miembro que no puede acudir, pero son las ausencias de aquellos que ya no están y partieron en el final de esta vida, las que más cuesta sobrellevar en un día como este. Lo que en boca del escritor albaceteño, Francisco J. Cebrián – que de segundo apellido es Córdoba – es “un mirar atrás orgulloso, aprendiendo de quienes se fueron, y otra contemplación al futuro, donde nuevos componentes se irán pues es la vida la que nos dice adiós sin remedio; pero vendrán nuevos componentes que seguirán el camino que la familia legará en ellos y ellas. El presente, el ahora, es nuestro momento y esta reunión es el presente: vivámoslo y quedémonos con las sonrisas y las alegrías de hoy”
La familia agradeció la bienvenida que se les tiene en nuestra ciudad, desde la que donde muchos de ellos partieron a la búsqueda de nuevas oportunidades, y ahora regresan no solo ellos y ellas, también sus descendencias. Viendo un Albacete cambiado, donde aún los recuerdos les llegan en añoranza y a la vez en alegría. Y aquellos que viven aquí les recuerdan que siempre será su ciudad.
Este año el acto de la comida se realizó en el restaurante “La taberna”, y aunque desde la mañana hasta bien entrada la madrugada, se siguió el encuentro a lo largo de toda la ciudad, apurando las despedidas, esta familia sabe: que el año que viene esta ciudad y quienes aquí quedan, les seguirán esperando una vez más, con alegría y mucho cariño.