El expresidente de Castilla-La Mancha, del Congreso de los Diputados y exministro de Defensa, José Bono, ha intervenido en el mitin de campaña del PSOE de Albacete, que esta tarde-noche se celebra en el Palacio de Congresos de la ciudad. Y no ha defraudado. Ha recordado al fallecido Cristóbal Rozalén, el que fuera su mano derecho, y ha indicado que es su primer mitin sin él.
Ha detallado que conoció a un joven Emilio Sáez, en el marco de una recepción en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia regional, con motivo de la medalla de plata que el alcalde de Albacete consiguió en el campeonato del mundo en eslalon en silla de ruedas en Stoke Mandeville (Reino Unido).
Tras la Foto oficial, la medalla se extravió y hoy José Bono ha resarcido a Emilio Sáez, a través de un emotivo gesto, haciéndole entrega de la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, que el expresidente regional recibió en 2004 y que se encontraba expuesta en el Ayuntamiento de El Salobre.
Esta es la medalla de la tenacidad, del esfuerzo, de esa calle Ancha por la que ya se puede pasear, de quien se fue a Sevilla para no ser el cojo del pueblo y ahora es alcalde de Albacete», ha destacado Bono, que ha entregado la medalla a un emocionado Sáez con los cientos de asistentes entre aplausos.
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Pero tenía más sorpresas preparadas y entregaría también un regalo al presidente de la Junta y candidato del PSOE a la reelección, Emiliano García-Page.
Un reloj de cuerda que a finales de los 80 le regalaron desde el PP y del que ha indicado que era «un regalo secreto» aunque le daba cuerda todas las semanas.
Ha explicado que «un lunes de enero de 1987 vinieron a verme unos cuantos dirigentes del PP y me pidieron «haz lo que puedas en favor de un amigo que estaba procesado por un acto que no era digno de aplauso». Les dije que no, que no podía colaborar con aquello. Me dijeron que había sufrido un infarto e hice la gestión».
Salió bien para un enemigo político, aquellos cuatro volvieron dos y me llevaron un regalo que no he dicho nunca, que todas las semanas lo veo y le doy cuerda. Un buen reloj de bolsillo y he dicho qué mejor que algo que me regaló el PP por hacer bien a alguien que me convencieron porque la vida vale más que la política. Me lo he traído porque tiene que evocar el entendimiento, la generosidad y una cosa», ha destacado Bono.
«El colmillo retorcido no es bueno ni para la dentadura postiza», valoraba Bono, que ha destacado que «es un regalo para Emiliano, del PP, mantenido en secreto durante años». Con la entrega del mismo a Page terminaba su intervención.
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Antes de contar la historia del reloj había expuesto que la expresidenta de la Junta con el PP, María Dolores Cospedal y él «no nos hablábamos desde que su partido presentó siete denuncias contra mí siendo presidente del Congreso, que el Supremo archivó. No le hablaba, no le daba ni la mano, miraba para otro lado».
Pero que cuando escuchó que tenía el Covid, «decidí escribirle un mensaje amable y me contestó cariñosamente».
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«Y alguien podrá decir esto a qué cuento viene. Incluso en esa circunstancia quiero poder trasladar a quienes nos han votado y quién no que el Gobierno de Page ha seguido la estela de aquel Felipe González que cuando ganó no le dio miedo a nadie. Cuando nosotros gobernamos nadie tiene que tener miedo. El odio político se acabó en esta tierra», ha valorado.
«No voy a defender la gestión de Cospedal porque es indefendible, pero puedo decir que todos no somos iguales y Emiliano puede decir que está alejado de ello», ha defendido.
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En su intervención posterior Page destacaba que «Bono es una máquina política pero muy buena gente también».
Y detallaba que «no le he visto nunca y menos utilizar su cargo para hacer daño personal a nadie. En las batallas electorales implacable, con los perdedores generoso pero nada rencoroso».
