La periodista albaceteña María José Navarro ha publicado este artículo de opinión en La Razón, sobre la situación en el Hospital de Albacete:
Mi hospital
Por María José Navarro
La Razón domingo 29-marzo-2020
Hoy quiero contarles lo que ha sucedido en el Hospital General de Albacete, que es mi ciudad. Los sanitarios y trabajadores de ese Hospital, adonde mi madre debería acudir si se encuentra enferma, han pasado por momentos muy complicados estos días, con jornadas en las que las urgencias estaban colapsadas, con gente tirada en el suelo, con ancianos sentados en una silla durante cuarenta y ocho horas, con enfermos sin espacio para mantener la mínima distancia de seguridad. Con sanitarios vestidos con un mono de trabajo o con una bata de peluquería, muchos de ellos conscientes de que quizá ya están infectados o lo van a estar en breve. No lo digo yo: lo atestiguan vídeos grabados por ellos, rompiendo a llorar del cansancio y la tristeza. Estas imágenes han sentado muy mal en el Gobierno de Castilla-La Mancha. La portavoz del ejecutivo regional que dirige García-Page, Blanca Fernández, compareció para acusar a los sanitarios de demagogos y de grabar imágenes en horas punta, bendito sea Dios.
El propio Gerente del Hospital, al que los intereses políticos han puesto a los pies de los caballos, ha negado que la situación sea la que es, Pues fíjese Don Ibrahim Hernández, hasta esos sanitarios tan demagogos, dicen que es Vd una buena persona pero a la que han engañado. Y añado yo, para que Vd nos quiera engañar a los albaceteños mostrando en los videos “oficiales”, imágenes que Vd sabe que no pertenecen a la zona de urgencias: pasillos intermedios, sillones de quimio o de radio, lo que corresponde al hospital de día.
Creo que con la masiva cacerolada que le dedicaron mis paisanos la otra noche, tiene la respuesta de lo que piensa la gente. Todos esos sanitarios tan demagogos han decidido no grabar más imágenes para evitar ser utilizados políticamente.
Lo malos que son los sanitarios demagogos, hay que joderse. Mi abrazo para todos ellos, mi agradecimiento y mi gratitud eterna.
Y una cosa más: Don Emiliano, la realidad es tozuda. Lamentablemente lo es.