El Numancia, como el Alcorcón lo había hecho en la primera jornada de Liga, llegó al Belmonte con una idea clara: encerrarse, tratar de sacar buen partido en una jugada a la contra y practicar el antifútbol. Y le salió, vaya que si le salió, anotó un gol en el minuto 7 y a partir de ahí fue un cerrojo, con los jugadores también perdiendo tiempo sabiendo de la importancia de no dejar al Albacete Balompié hacer su juego.
Está claro, y así lo recogen las crónicas de los diarios este lunes, que los equipos que vienen a encerrarse nos complican de más. Tanto es así que llegó un momento en que ni veíamos los espacios; como lo muestra la imagen de esta noticia, con Mario Ortiz pidiendo el balón porque la otra banda estaba sola y Edu Ramos hacia arriba, buscando la portería casi a la desesperada, porque en los metros finales no había manera.
En su crónica de La Tribuna de Albacete, José Luis Royo destaca que la muralla que el Numancia creó en el Belmonte se volvió infranqueable, mientras que los medios nacionales como el Marca y el As inciden en que un solitario gol de Brian le valió al Numancia su victoria a domicilio y le servía para cortar la mala racha que llevaba.
El diario de Soria, por su parte, menciona que el conjunto de allí ganó «con mucho sufrimiento» y «un solitario gol». Reconoce que el Albacete disfrutó de más ocasiones y que el Numancia «jugó a defender» a partir del gol y le salió bien.
Sin duda, en el arranque liguero los equipos con ‘antifútbol’ nos están complicando más de lo que deberían, pero como dijo Luis César «el Albacete que veo me gusta» y seguro que los resultados acabarán llegando.
