0 comment

LA ÚNICA MUERTE EN UNA PLANTACIÓN LEGAL DE OPIO OCURRIÓ EN ALBACETE, LOS DETALLES

Lo cuenta el diario El País, España es el segundo país productor de opio y registra el único fallecimiento ocurrido en un campo legal de esta plantación, que, además, se dio en Albacete.

El caso lo ha desvelado la periodista Elena G. Sevillano, en el diario El País, a raíz de una publicación en una revista científica.

Detalla que el forense que llevó el caso recuerda perfectamente la escena: un cuerpo tendido entre un mar de plantas coronadas por peculiares cápsulas verdes mecidas por el viento. “Un entorno bucólico” donde perdió la vida Pasquale, italiano de 32 años que, burlando la vigilancia de la Guardia Civil, se coló con otros dos amigos en la plantación de adormidera para intentar conseguir droga. El forense incluso fotografió las toscas pero eficaces herramientas que encontraron bajo su cuerpo. Con ellas había hecho los cortes a las cabezas de las plantas para extraer el látex, el jugo blanco y pegajoso del que se obtiene el opio.

Poca gente lo sabe, pero España es una potencia mundial en el cultivo de adormidera. Con 13.000 hectáreas sembradas en la campaña que termina este verano, solo la supera Australia. El negocio del opio legal, en aumento por la creciente necesidad global de los analgésicos que se fabrican con él, está rodeado de secretismo en su segundo productor mundial. Una sola empresa controla, con autorización gubernamental, desde la siembra hasta la cosecha y la exportación del producto. El sigilo es tal que se prohíbe divulgar la localización de las plantaciones, vigiladas por los cuerpos de seguridad. Si un agricultor quisiera plantar opio, necesitaría un permiso del Ministerio de Agricultura.

La muerte de Pasquale tampoco trascendió. Ocurrió un 25 de junio de 2009 por la tarde. Según el relato policial, empezó a sufrir convulsiones y dejó de respirar. Sus dos compañeros salieron corriendo a la carretera y alertaron a un paseante, que avisó a una patrulla de la Guardia Civil. Fue, según determinó el forense, una muerte accidental por ingesta de opio. El fallecido era politoxicómano y, según relataron sus amigos, padecía epilepsia. Un juzgado de Albacete abrió diligencias previas, investigó y lo archivó cuatro meses después. Nadie, salvo sus allegados, supo de una muerte una tarde de junio en un campo de opio.

Esta compañía, muy desconocida porque no atiende a los medios de comunicación, asegura contar con vigilancia privada 24 horas en sus cultivos e instalaciones, incluso con monitorización remota, para asegurar “la total impermeabilidad del sistema”. EL PAÍS visitó una de sus parcelas, completamente accesible -pero hay que saber llegar-, en un pueblo de Castilla y León. La Guardia Civil pidió no divulgar ni siquiera la provincia donde se encuentra.

“En este tipo de cultivos no hay carteles; sería llamar la atención sobre ellos”, asegura una fuente policial. “En algunos casos se pone una cerca perimetral de plástico, pero son extensiones muy grandes. No se le puede poner puertas al campo. Eso sí, se evita al menos que estén cerca de caminos de tránsito”.

El agricultor encargado de la finca que visitó EL PAÍS, propiedad de una cooperativa, explicó que el opio no es muy distinto de otros cultivos: «Se planta en marzo y se cosecha en julio o principios de agosto, dependiendo de la zona. Las parcelas tienen que ser de regadío. En muchos aspectos es como cualquier cereal. No da más trabajo. Nosotros sembramos y el resto es cosa de la empresa».

Y nadie lo habría sabido de no ser por el interés divulgador de una forense toxicóloga, María Antonia Martínez, que jamás olvidó aquel caso que llegó a su despacho en el Instituto Toxicológico de Madrid en 2009. Siete años después, una revista científica, Forensic Science International, acaba de publicar un artículo sobre aquel fallecimiento. Porque se trata de algo insólito: la primera muerte registrada en el mundo ocurrida en un campo de opio legal. En Europa, España, Albacete. “El trabajo generó mucha expectación cuando lo presentamos en el último congreso de forenses en Florencia”, relata Martínez.

 

El artículo completo puede leerse en este enlace:

http://politica.elpais.com/politica/2016/08/12/actualidad/1471026739_508632.html