Las «contradicciones» en las declaraciones principalmente de Aurelio Milla y Francisco Plaza, en este caso incluso en las fechas, motivaron que el juzgado de instrucción que veía la querella del Alba contra su exdirector general, Matías Martínez, archivara la causa sin llegar ni a pedir las alegaciones del abogado de la defensa y realizar la prueba caligráfica. Al juicio también acudió Santiago Pozas, en representación del Alba, aunque la firma fue anterior a su etapa. Así lo ha explicado a este medio el abogado de Martínez, Julio Carrilero, quien se ha mostrado cuanto menos «sorprendido» de que pongan una querella por falsificación de documento -el Alba alegaba que Francisco Plaza no había firmado la claúsula del contrato de Matías Martínez- y que, sin embargo, «no propongan ni la prueba caligráfica». «Esto es algo cuanto menos peculiar», apuntaba el abogado que detalló que ellos sí la pidieron, aunque no llegó a ser necesaria para el juez «tras escuchar al propio Plaza» que «decía cosas distintas».
«Se ve que la intención era retrasar la decisión del juzgado de lo social», apuntaba el abogado, que incidió en que, una vez que el auto que desestima la querella sea firme -el Alba puede recurrirlo- el Juzgado de lo Social ya podrá dictar sentencia.
Por cierto, que el juez de lo Social ya advirtió en su momento al Alba que tomaría medidas si esto era una estrategia para alargar plazos.
Carrilero recordó que desde lo Social deberán valorar no solamente qué pasa con la claúsula, también con los «numerosos salarios» que se le adeudan a su defendido.
Desde el Albacete Balompié han rechazado hacer valoraciones, por el momento, de este hecho.
