Se acordó de Mauro Pérez.- Ya decíamos que Aritz López Garai era el chico de Mauro Pérez y la nueva victoria en casa se la quiso dedicar a quien confió en él para ponerle al frente del banquillo del Alba.

Javi Jiménez acudió a ver a sus compañeros.- Ayudado por una muleta, le vimos por el Carlos Belmonte para no perder detalle de lo que hacían sus compañeros frente al difícil Rayo. Disfrutaría con la victoria

Noche de bocadillos y mantas.- Por la hora y el frío que ya hacía, era una noche ideal para sacar el bocata y la manta en las gradas del Carlos Belmonte. Lástima que la afición no pueda hacerlo todavía.

Abrazo muy amistoso.- Bebe y Jean Jules, que al Alba llegó desde el Rayo, se saludaron muy efusivamente antes del inicio del encuentro.

Bien vale un golpe.- Boyomo se llevó un golpe en el ojo en la celebración de  su gol. Suerte que no fue demasiado y pensaría que bien lo merecía por el motivo que desencadenó el incidente.

De los nervios.- Ernesto Casañ y Fran Noguerol estuvieron toda la segunda parte de pie en el Palco. Se podía sumar la segunda victoria consecutiva del año en casa y salir del descenso. Así que no era para menos.

El bailecito de Aritz.- Voltereta a Isi para no darle el balón que dejó chafado al jugador del Rayo. El míster del Alba se ‘marcó’  este curioso baile.

A por sus goleadores.– El director deportivo del Alba, Mauro Pérez, felicitó a Boyomo y Silvestre. Con lo mal que lo ha pasado cuando no llegaban los goles, salió como loco a celebrarlo con los que anotaron.

‘Enemigos’, solamente durante el encuentro.- Se dieron en el campo pero después salieron hablando como amigos. Saveljic y Zozulia hasta estaban conversando sobre la altura que ya  tienen sus hijos.

Coreografía por la victoria.- Vimos un Baile de Boyomo y Jean Jules. Fue al final del encuentro para celebrar la victoria. Bien lo merecía.

Sprint final de Del Pozo.- Se cruzó el campo entero al terminar el partido. Tuvo minutos pero se quedó fresco que corría con ganas tras el encuentro.

¿Esperando a Boyomo?.- Un aficionado de color se quedó esperando al jugador al final del partido y animó a todos cada vez que salía un coche.