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LAS CURIOSIDADES DEL ENTRENAMIENTO DEL ALBA EN BURGOS

Pasaron frío.- Hacía ocho grados, mucho más frío del que todavía tenemos en Albacete, y los jugadores mostraron con gestos las sensaciones por la temperatura que este lunes hacía en Burgos.

Aira también se lo curró.- Aira, con el traje de faena, fue el primero en agarrar la portería cuando hizo falta cambiarla de lugar. Aquí trabajan todos, desde el primero hasta el último.

Víctor Moreno también ayudó.- El secretario técnico del Albacete Balompié, Víctor Moreno, no tuvo reparos en hacer de recogepelotas cuando así lo necesitó el equipo. Siguió de cerca el entrenamiento lejos de Albacete.

La calidad de Héctor.- Pedazo de control de Héctor, con el tacón y cruzando las piernas, el que vemos en esta imagen tomada en el entrenamiento de este lunes del Alba en Burgos.

Corriendo al hotel.- Los jugadores que fueron titulares en Gernika ‘corrieron’ a ponerse hielo al hotel y dejaban entrenando a los que no lo fueron. Eso sí, se fueron a la ‘carrera’ pero en autobús.

El espectador solitario.- Este es el único espectador al que vimos seguir el entrenamiento del Albacete Balompié desde su concentración en Burgos, donde prepara el partido de Copa del Rey frente a la Cultural Leonesa.

Reírse por no llorar. A Tomeu Nadal le vimos bromeando con el banderín del linier, como también al fisioterapeuta del equipo, Juan. Habrá que reírse por no llorar porque el segundo gol anulado al Alba este domingo fue demasiado riguroso por el fuera de juego.

Charla de motivación.- Al inicio del entrenamiento veíamos caras largas en la charla inicial, suponemos que por la derrota, pero ya han pasado página y Aira les animaba con palabras motivantes para pensar en el partidazo de Copa.

Estaban como en casa.- Aquí también entrenaban con helicópteros militares y el Albacete Balompié se podía sentir como si estuviera en la Ciudad Deportiva, junto a la Base Aérea de Los Llanos.

Cambio de superficie, vuelta al césped natural.- Tras un partido en césped artificial, el Albacete Balompié volvía a cambiar de superficie y en los campos de Burgos ya encontraban césped natural, que se llevaban tan pegado en las botas que les hemos visto limpiándolas.