Corte de mangas en La Hoya.- En La Hoya, uno de los utilleros, hacía a la afición del Albacete Balompié, este corte de mangas, aunque después pedía disculpas, un día más tarde, a través de este medio. El mismo gesto lo repetía un jugador en el partido de vuelta donde nos hicimos con el liderato.

¡Dónde está mi cabina!.- Así nos encontramos en uno de los partidos del Carlos Belmonte al periodista de La Tribuna Juan Carrizo, sin ‘panel’ delantero para su cabina. El cristal no le iba a molestar para ver…

¡Qué chicos más guapos!.- Los jugadores del Albacete Balompié no levantaban pasiones solamente por lo bien que jugaban al fútbol, también por su físico, y así se puede comprobar en estas dos imágenes del día del recibimiento antes del partido con La Hoya, en el Belmonte.

Nos pincharon los balones.- En Lucena nos dieron balones pinchados al inicio, no querrían que calentáramos. Menos mal que este equipo superaba cualquier dificultad y consiguió ser el líder y el ascenso. Estas cosas no pasarán en Segunda.

El ‘tonto del láser’ también estaba en Hellín.- En uno de los partidos amistosos del Alba del año pasado, con el Hellín, a un aficionado le dio por molestar a Alberto con el láser. Si es que tontos hay en todas partes…

Sí hubo falta.- La imagen demuestra que antes del gol del Nástic, en Copa, al Albacete Balompié, hubo falta. La imagen demostraba que Alberto se quejó con toda la razón porque sí había sido falta.

¡Cuánto amor!.- Los jugadores no se han olvidado en ningún momento de sus familias y con ellas quisieron celebrar los momentos más importantes que nos llevaban rumbo a Segunda, como el beso que captamos entre Carlos y su novia.

Un ‘clon’ del míster en todas las celebraciones.- Los aficionados se hicieron un ‘cartón piedra’ de Luis César y el ‘clon’ del míster aparecía en cualquier momento de la celebración del ascenso; lo mismo en el recibimiento al equipo, que en el vestuario con los jugadores.

¡Vaya mosquitazos!.- En San Fernando los mosquitos se cebaron con la expedición del Alba. Hasta desde MasqueAlba acabamos en urgencias con más de 30 picotazos y no precisamente pequeños.