El crack de Tomeu Nadal, que en la primera mitad en Tenerife fue un mero espectador ante la falta de llegada del conjunto local, tuvo que sufrir en la recta final del encuentro. Desesperado, literalmente, así le vimos sobre el terreno de juego del Heliodoro Rodríguez.
Trató de ordenar a los suyos, no dejó de gritar para que el equipo volviera al orden y se desesperó cuando encajó dos tantos, el 1-0 de mala suerte porque lo repelió al primer disparo de Álex pero nada pudo hacer por evitar el rechace.
El 2-0 llegaría, por toda la escuadra, en una jugada a balón parado, en un saque de falta desde fuera del área, que Álex metió por toda la escuadra para matar el partido.
El capitán ve al equipo muy al borde del abismo y no quiere ver al Alba, club al que tanto ha dado y con el que tanto cariño demuestra, penar de nuevo por los campos de Segunda B.
