La Audiencia Provincial de Albacete tiene previsto sentar este lunes, 18 de octubre, en el banquillo de los acusados a J.L.A.G., que se encuentra ya en prisión provisional, para quien el Ministerio Fiscal pide más de 50 años de cárcel por los supuestos delitos cometidos sobre tres niños menores en Albacete. Está acusado de suministrarles droga, abusar de ellos, de corrupción de menores y de pornografía infantil.
Así, se enfrenta a ocho de años de cárcel por un delito contra la salud pública; a 14 años más por una delito continuado de abusos sexuales; a 15 años -cinco por cada uno de los tres delitos- por corrupción de menores; 10 más por abusos sexuales y otros cinco años por un delito de pornografía infantil.
Además, se piden distintas medidas de alejamiento de sus víctimas durante un largo periodo de tiempo, así como una indemnización para cada uno de los tres menores que fueron víctimas. En el escrito de acusación se indica que fue detenido en agosto de 2019 y está en prisión provisional desde entonces.
El escrito indica que, en el verano de 2016, el procesado, mayor de edad y sin antecedentes penales, a través de la red social Facebook, contactó con un niño de 12 años de edad, le pidió su teléfono y comenzó a entablar una amistad con él, en el curso de la cual, el acusado, a sabiendas de su edad, comenzó a llevarlo a su domicilio en la ciudad de Albacete, para jugar a videojuegos y consumir alcohol, proponiéndole llevar más amigos a su casa.
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Así pues, en septiembre de 2017, cuando el primer niño se encontraba con la segunda víctima, que entonces tenía 14 años, el acusado les propuso ir a su casa, donde les invitó a consumir alcohol y fumar marihuana, invitaciones que se sucedieron durante los quince días siguientes, donde también les suministraba cocaína, hasta que, una vez que había conseguido entablar una relación de confianza, el acusado, «actuando con la intención de satisfacer sus deseos lúbricos», les propuso «que le hicieran una felación y que luego el se la haría a ellos, y que lo masturbaran».
El primer niño no accedió aunque siguió acudiendo a casa del acusado que les suministraba drogas, como relata el escrito.
Sin embargo el acusado empezó a insistir al segundo menor diciéndole «me gustas mucho y quiero follar contigo», ofreciéndole cocaína y dinero si accedía a mantener relaciones sexuales con él, a lo que el menor accedió. A finales de 2017 el acusado consiguió su objetivo y mantuvo relaciones sexuales con el menor, dándole 20 euros a cambio.
A partir de ese momento y durante el año 2018 y hasta el mes de agosto de 2019 durante todas las semanas normalmente los viernes y sábados, el acusado contactaba telefónicamente con él y le ofrecía mantener relaciones sexuales a cambio de dinero o de cocaína a lo que al menor accedía, siempre consistiendo las mismas en la practica de felaciones mutuas. Además, el escrito detalla que el procesado grabó en muchas ocasiones estos encuentros con su teléfono móvil, llegando a exhibir tales vídeos al primer menor para tratar de convencerlo de que hiciera lo mismo.
TERCERA VÍCTIMA
En enero de 2018, cuando su tercera víctima acababa de cumplir 13 años el acusado contacto con él a través de Instragram. De inicio no le contestaba, pero ante la insistencia del acusado que le escribía a diario, en marzo comenzaron a hablar, proponiéndole el acusado «mantener relaciones sexuales con él a cambio de 120 euros manifestándole que no le importaba que fuera menor».
Así pues el acusado, a sabiendas de que contaba con 13 años de edad, lo recogió en su coche y lo llevó a su casa, «donde, una vez que entraron, cerró con llave la puerta de acceso». Se dirigieron al dormitorio, donde también cerró con llave, y una vez en el interior ambos se quitaron la ropa y el acusado le dijo que le practicara una felación. Después penetró analmente al menor, pagándole 25 euros, sintiéndose en menor engañado por ello.
En julio de ese año, el acusado volvió a ponerse en contacto por Instagram con este tercer menor, proponiéndole mantener relaciones sexuales, que fueron como la primera vez y, al terminar, el acusado no pagó al menor dinero alguno, como le había prometido, aunque el menor no quiso iniciar una discusión por miedo a que contara lo ocurrido y por encontrarse encerrado en el domicilio con una persona mucho mayor que él.
En junio de 2019, el acusado le volvió a enviar varios mensajes, proponiéndole mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, y como el menor necesitaba dinero accedió, volviendo el acusado a recogerlo en su vehículo, llevándolo a su domicilio, donde volvió a suceder lo mismo que en los casos anteriores. Una vez finalizada la relación sexual le dijo que no podía pagarle porque no tenía dinero.
El escrito detalla que, «en numerosas ocasiones, el acusado le pidió que si sabia de niños de su edad que quisieran mantener relaciones sexuales con él a cambio de dinero que los pusiera en contacto con él». Finalmente, la víctima como se sentía engañado por el acusado que únicamente le había pagado 25 euros por las tres relaciones mantenidas, lo bloqueó para que no pudiera contactar con él.