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Lección 1: No mirar antes el trofeo aunque sea un pepino

Julio Martínez

El blanco combina con todo. El rey es campechano. Los Rolling Stone son incombustibles. Frases de 0,60 al estilo Ojete Calor. Hay que añadirle la de que en pretemporada lo que menos importa es el resultado. En equipos como el Alba, que se reciclan por temporada, es más que interesante ver partidos así para comprobar el trabajo de la secretaría técnica. Y para reencontrarse con Ramis, nuestro maestro. Eso sí, tiene que decirle a los más avezados que el trofeo no se mira antes de salir. Los jovencitos, como Miguel Ángel, salían con cara de responsabilidad. En otros se podía entrever la sonrisa ante la indiscutible forma fálica del galardón pepinero. Ojalá haberlo ganado y que Muntari se hubiese quedado solo para levantarlo y luego volverse a la playa.

El nuevo Sulley es Robert. Se apellida Ergas y,
antes de hacer la broma, hay que decir que tiene planta. Llegó ayer, habrá que darle tiempo. Porque vaya partidito se ha marcado. Fue junto con Rei Manaj lo más flojo de un buen Alba, que se llevó tres goles en tres zarpazos. El delantero albanés no ha vuelto aún de las vacaciones y se le nota en todo. Lo mejor del partido fue ver a Oscar Rodríguez, el dorsal 27 del Leganés, una perla de La Fábrica que dio una de las mayores exhibiciones que este que firma recuerda en un campo de fútbol. Solo por eso mereció la pena ir a Butarque. Si Ergas fue el garbanzo, su homólogo diestro Furtado fue lo más destacado. Rápido, con oficio y solvente.

En lineas generales, buen Alba en ataque y flojo atrás. Castillo estuvo muy centrado en el primer acto, paseando su rubio de bote con elegancia, rara avis. Barri dejó el detalle de clase del choque con un caño de esos que si firma Messi abre telediarios. Arriba, con el 10, Miguel Ángel. Ramis, quédatelo. Es ambicioso, tiene desparpajo y quiere hacer todo fácil y con limpieza. Hay delantero. Otro canterano, Alfon, dejó el único gol tras un movimiento de calidad para deshacerse de dos defensas. Definió de exterior, superficie de contacto que gusta y mucho a Olabe, que solo le dio de empeine para reventar el balón contra la grada. El único gesto carente de delicadeza. Suplir a Febas es imposible, no se hagan pajas mentales, pero este Olabe tiene gestos de futbolista caro. Seguro que nos dará tardes de gloria.

Así fue la tarde-noche en Leganés. Fútbol de verano. Por desgracia, de cerveza sin alcohol. Calor, manga corta, gafas de sol y algún outfit digno de la sección patraña de la Cuore. Y un detalle ilusionante, muchas camisetas del Alba repartidas por la grada. Hay ganas de fútbol y la gente tiene fe en Ramis. El sábado empieza la temporada. La pasada -la regular- terminó en Almería. Esta empieza en los Juegos del Mediterráneo. Que sea, como mínimo, igual. Y así el año que viene podremos volver a la noble villa de Leganés y en vez de mirar el dorado pepino antes, montarlo en el autobús después. Cada uno en su sitio, claro.