Los bancos españoles quieren aprovechar la mejora de las condiciones del mercado inmobiliario para acelerar la limpieza de la pesada carga inmobiliaria que aún, casi 10 años después del estallido de la burbuja, mantienen en sus balances. Las principales entidades tienen actualmente en venta 6.200 millones de euros de todo tipo de activos tóxicos: suelo, créditos morosos, préstamos difícilmente recuperables, pisos, hoteles, naves industriales…
Los bancos españoles llevan al menos cinco años en este proceso, con especial intensidad en los últimos tres.
Así, Liberbank ha puesto a la venta 2.000 millones en activos tóxicos, todos de hipotecas residenciales.