El calendario de la próxima temporda genera polémica entre la Liga y la Federación. La Liga quiere arrancar el fin de semana del 15-16 de agosto, mientras que el sindicato de futbolistas AFE prefiere el del 22-23. La decisión final, si no hay acuerdo, está en manos del CSD. La RFEF lo hará oficial en su junta directiva del 14 de julio.
El mayor problema es la Supercopa. No hay fechas claras para que Athletic y Barcelona se enfrenten si empiezan el día 15.
Además, está el tema de los abonados a la televisión de pago: si se empieza a jugar el 23, muchos usuarios verán ese partido en bares y se ahorrarán la cuota de agosto. Y, posiblemente, también la de septiembre, mes que viene lastrado por el parón FIFA para partidos de selecciones. Dos meses, pérdidas millonarias, como explica Marca.
La posibilidad que propusieron los clubes de competir en el periodo navideño no es viable. La AFE no quiere, aunque aliviaría el problema.
Las urgencias al final del torneo no son menores: está previsto que Primera termine el 15 de mayo y Segunda, el 5 de junio. Justo antes, el día 11 de mayo, hay un miércoles comodín, que serviría para recuperar cualquier jornada suspendida durante el año por causas imprevistas. Y eso es arriesgado: obligaría a que las tres últimas jornadas de Liga, presumiblemente con todo en juego, se disputasen en una semana.