El juzgado de lo Penal número 3 de Albacete tiene previsto juzgar este jueves, día 15 de octubre, a los cuatro acusados de atracar una entidad bancaria en Barrax y para los que piden penas de más de cinco años de cárcel por los delitos de robo con violencia, falta de lesiones, allanamiento de morada y pertenencia a grupos criminales.
Los acusados son M.C.Q., A.C.P., V.R.C. y R.C.Q. Los dos primeros fueron detenidos el 30 de junio de 2014 y están en prisión provisional desde entonces; el tercero fue detenido el 9 de julio de 2014 y está también en prisión provisional, al igual que el cuarto, que fue arrestado en octubre del pasado año. El primero y el tercero son hermanos y el segundo su sobrino, según consta en el escrito de acusación del Ministerio Feiscal.
El escrito de acusación considera que «todos los acusados decidieron dar un golpe en una oficina bancaria. A tal fin se reunieron y conversaron sobre la manera de llevar a cabo el atraco. Fijaron como fecha el día 30 de junio de 2014, seleccionaron la localidad de Barrax, escogieron una sucursal de la entidad Globalcaja, decidieron que para asaltar la oficina el mejor método sería entrar previamente en una vivienda contigua a aquélla para pernoctar en la casa y, desde allí, empleando la fuerza, entrar en la oficina crediticia y esperar la llegada de sus empleados, a quienes cogerían por sorpresa para poder expoliar la sucursal con mayor facilidad».
Además, explica que «decidieron trasladarse al referido pueblo en dos vehículos y se repartieron las tareas necesarias para poder despojar al banco de su dinero. Cada uno tendría su misión dentro del plan trazado y cada uno, con arreglo a su cometido, haría todos los actos necesarios para contribuir al éxito del desvalijo bancario programado. Si alguno no hacía lo previamente convenido, o lo hacía de manera distinta a la acordada, todo el proyecto depredatorio se iría el traste».
Consideran al primer acusado el «cabecilla» y del atraco en sí detalla el escrito que sobre las 07:50 h el director y el empleado del banco entraron en la oficina para preparar su apertura al público; se dirigieron al patio de operaciones y encendieron las luces. Fue entonces cuando los tres acusados salieron del despacho exhibiendo cada uno sendos cuchillos grandes y les gritaron: «¡Quietos, no gritéis, no os acerquéis a los ordenadores, dejad las alarmas!».
Los tres atracadores llevaron a ambos empleados al despacho del director, a quién preguntaron quién dirigía la oficina y cuando les dijo que era él los ladrones le pidieron que abrieran la caja fuerte.
Seguidamente el acusado M.C., con el mango del cuchillo que portaba, le asestó un fuerte golpe en la zona derecha de la cara (en el pómulo y en la sien). A consecuencia de estos hechos, sufrió un pequeño desgarro en la membrana timpánica del oído derecho y un dolor en la muñeca y en el codo derecho
Seguidamente, el acusado A.C. ató al empleado de manos y pies con tales bridas, lo sacó por la ventana de la oficina hasta el patio de la casa colindante y allí lo tumbó en el suelo. Durante unos tres minutos permaneció junto y en varias ocasiones le dijo que no le iba a pasar nada.
Consiguieron llevarse dinero de la caja fuerte y el cajero. Y, sobre las 08:10 horas, ya maniatados los empleados, los acusados salieron de la sucursal bancaria por la puerta de la casa contigua.
Desde allí, se dirigieron apresuradamente al lugar donde habían dejado estacionados los vehículos y donde les esperaba el acusado R.C.. Entonces los acusados M.C. y A.C. se montaron en un coche y los otros en otro, abandonando Barrax.
Los dos primeros acusados fueron perseguidos por la Guardia Civil y detenidos en La Gineta, cuando escapaban saltando tejados.
