El entrenador del Llagostera, Lluís Carrillo, se muestra optimista para conseguir los tres puntos de Albacete. «Tenemos finales hasta el mes de junio, y no descansaremos hasta lograr la salvación del equipo», valoró Lluís Carrillo. El Albacete llega a la decimoctava jornada como colista de la clasificación, pero el técnico del Llagostera considera que «esta posición no hace justicia a la forma de jugar del equipo, que es un fútbol muy vistoso y entretenido que ha sido capaz ganar en estadios muy complicados «. Pero el partido de mañana es «clave», considera Carrillo, aunque todavía no estemos en el ecuador de la temporada.
«El nerviosismo puede ser un factor clave», comentó Carrillo, «porque si los minutos avanzan y el marcador no se mueve, el empate no sirve y el partido se romperá, y esto será una gran prueba para ambos equipos, así que el equipo que mantenga más la compostura será el beneficiado «, informa el Llagostera en su web.
«Pedimos tranquilidad. Cualquier equipo puede encajar un gol pero no podemos tolerar los 3-4 minutos en los que tenemos miedo porque la Ponferradina nos recorta distancias», valoró el entrenador, que también considera que «no vale la pena estar pendientes de los otros resultados de la semana si no cumplimos». Carrillo no quiere mirar alrededor, sino que pretende hacer el trabajo bien hecho, y «si la hacemos, los demás partidos no importarán». A nivel anímico, «acabar el año con un 6 de 6 sería importantísimo, sobre todo de cara al nuevo año y para poder disfrutar con tranquilidad de los cinco días de fiesta que tendremos».
El equipo viaja este sábado sin las bajas por lesión de Alberto Perea, Pedro Alcalá y Óscar Rico, además de los descartados Roger Barnils, Aimar Moratalla, Nico Ratti y Pere Tarradellas.