Fran Noguerol colgaba hoy las botas como jugador profesional para iniciar una nueva etapa como entrenador y acababa llorando y manteado por sus compañeros.
Partido muy especial para el gallego, en el que fue titular, y donde a la salida del estadio le esperaban una multitud de niños para despedirle al grito de «Noguerol, Noguerol», el mismo con gran cantidad de aplausos que oía en el minuto 16, el de su dorsal, por parte de los más de 6.000 espectadores que este domingo se dieron cita en el Carlos Belmonte.
Antes de irse, Noguerol reconocía a los periodistas que ha sido una semana de «emociones muy fuertes», indicaba que se iba a tomar una semana de vacaciones «para desconectar, antes de volver con fuerza para iniciar la nueva etapa».
Detallaba que «es un día triste porque he dedicado más de media vida al fútbol», ha confiado en que le fuera bien como entrenador pero ha considerado que «como jugador es la mejor etapa de un futbolista, ser entrenador debe ser más ingrato».