El año pasado una marca de golosinas lanzó al mercado la línea ‘Dipper’, cuya característica principal es que pinta la lengua de un color azul intenso o rosa acompañada de un sabor a frambuesa ácida. Estos días ha comenzado a correr como la espuma en redes sociales y programas de mensajería móvil un ‘bulo’ que asegura que la chuche azul «hace estragos en los dientes», un extremo que ha sido desmentido por fuentes sanitarias y del Colegio de Odontólogos.
Los mensajes que se han difundido son varios y uno de ellos dice así: «Hola!! Me ha mandado esto una amiga: Acabo de venir del dentista. Nos ha comentado que hay una chuche azul que está haciendo estragos en los dientes. Se llama dipper y debe de estar súper de moda. Nos ha dicho que destruye el esmalte y provoca unas caries terribles, que en 30 años de carrera no había visto nada igual. Avisad a vuestros hijos!!!».
La compañía Vidal Golosinas ha desmentido también el bulo y ha asegurado que las chucherías cumplen con los estándares de calidad: “Los propios usuarios no dejan de manifestarnos su afición a este producto, especialmente en la plataforma Twitter, donde muestran imágenes de sus lenguas y bocas teñidas de azul tras consumirlo”, han indicado.
En Albacete este mensaje se ha popularizado en los últimos días a través de mensajes en los grupos de Whatsapp, pero también en grupos de redes sociales como Facebook. Sanidad no tiene ninguna alerta que obligue a retirar este producto, como podría llegar a darse con cualquier producto que se comprobara que no cumple los estándares.
Además, los dentistas recuerdan que recomiendan no comer demasiadas chucherías y mantener la higiene dental con el lavado después de cada comida.
Por otro lado, advierten que los padres a veces no son conscientes de que incluso el consumo excesivo de bebidas azucaradas o de zumos de bote, también con alto contenido en azúcar, puede llegar a causar el mismo daño o más a los dientes. Como todo, en un consumo excesivo y con una mala higiene dental, así que, de momento, parece que no hay que perder la calma si tu hijo se quiere comer un Dipper, que el producto ha pasado todos los controles.