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Los agrónomos consideran de “imperiosa necesidad” disponer de mano de obra y de las tecnologías adecuadas

Ante el escenario actual de crisis generalizada en que se encuentra el país debido a la pandemia del Coronavirus COVID-19, con las graves consecuencias que sobre la salud pública y la economía se vienen registrando, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias quiere manifestar lo siguiente:

 

§ En primer lugar nuestro agradecimiento a todos los profesionales que están dando una lección de responsabilidad y dedicación a la sociedad, en especial a los profesionales sanitarios, pero también a los profesionales del sector agroalimentario, en el que se encuentran los ingenieros agrónomos, y a todos los trabajadores del medio rural, de la industria alimentaria y de la distribución que, día a día, con su esfuerzo y sin apenas medidas de prevención ante esta pandemia hacen posible que el conjunto de la población pueda disponer de alimentos variados, saludables y con las máximas garantías de calidad.

§ Consideramos que, para hacer frente al impacto de la pandemia sobre el conjunto del sistema alimentario y los consumidores, es momento para una actuación conjunta y

coordinada entre los técnicos de todas la Administraciones Públicas y los profesionales de todas aquellas instituciones de la sociedad civil que puedan colaborar en esta tarea. En este sentido, la experiencia y capacitación de los profesionales de las universidades, los centros de investigación, los colegios profesionales y las organizaciones sectoriales pueden resultar de un gran valor para la toma de las decisiones que resulten más adecuadas en la definición de las políticas.

§ Advertimos del grave riesgo de desabastecimiento que puede correr nuestro país ante la posibilidad de que la infección afecte de forma masiva a la población de las áreas rurales. Los agricultores, ganaderos, trabajadores del medio rural y de la industria alimentaria, junto con el resto de profesionales del sector agroalimentario, están realizando un esfuerzo muy significativo en unas difíciles condiciones de seguridad, con el considerable riesgo que conlleva para su salud y la de sus familias. Resulta, por tanto, prioritario que las autoridades públicas adopten las actuaciones imprescindibles para apoyar a estos profesionales y trabajadores, a la vez que se les dota de medidas de seguridad para el desarrollo de su trabajo.

§ Señalamos que las actuales restricciones al desplazamiento de la población no deben dificultar en modo alguno la disponibilidad de los inputs que son necesarios para el establecimiento de las próximas cosechas. Del mismo modo, debe considerarse la imperiosa necesidad, ya reclamada por otras vías, de disponer de la fuerza de trabajo y de las tecnologías adecuadas que aseguren las recolecciones próximas y permita el normal suministro de los productos agrarios a la población.

§ Destacamos que pueden registrarse problemas en el normal desarrollo de las producciones ganaderas, tanto porque las incertidumbres en los mercados exteriores pueden dificultar la producción de piensos para las cabañas ganaderas, como porque la importante caída del consumo está creando graves problemas para la comercialización de ciertos productos. Se hace necesario, por tanto, promover medidas de apoyo a los productores, que les permitan superar las dificultades con que se encuentran y continuar en el ciclo de producción.

§ Recordamos que la actual crisis sanitaria vendrá acompañada de una grave crisis económica, con la previsión de una importante caída en la actividad económica y un gran incremento del paro, con el consiguiente impacto sobre la sociedad y el bienestar de la población. En esta situación, el sistema alimentario volverá a ser, tal como ya ocurrió en la crisis sobrevenida después de 2008, uno de los principales puntales para la generación de riqueza y la creación de empleo en nuestro país, gracias al buen hacer de los empresarios y los trabajadores que integran el sector agroalimentario.

§ Consideramos que, dadas las actuales circunstancias, ha llegado el momento de que los responsables públicos, trabajando conjuntamente con las organizaciones de la sociedad civil y los diferentes sectores implicados, impulsen los mecanismos adecuados que permitan preparar al sistema alimentario para hacer frente a esta situación y pueda dar la respuesta que necesita la sociedad y la economía nacional. Para ello y entre otras cosas, deberán impulsarse la organización de los sectores productivos, el avance tecnológico de la actividad agraria, la colaboración entre los operadores de la cadena de suministro, y optimizar la gestión de los recursos de que disponemos para ponerlos al servicio de la sociedad con la intención de superar estos momentos.

§ Manifestamos, por último, el compromiso de nuestro Colegio y el de nuestros colegiados con el Gobierno de la Nación, con los de las Comunidades Autónomas de nuestro ámbito de actuación y con otras instituciones de la sociedad civil, para colaborar en la medida de

nuestras posibilidades, para aportar nuestros conocimientos y experiencia y para trabajar por el futuro del sistema alimentario y del sistema económico de nuestro país, en todos aquellos extremos en los que podamos resultar de utilidad.