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Comunicado de Paco el de El Córner: La justicia se ha pronunciado y eso es lo que vale

Paco el de El Córner, que acaba de ganar el proceso judicial a Skyline, propietarios del Albacete Balompié, ha emitido un comunicado en sus redes sociales donde ha querido dar las gracias «a todas aquellas personas que siempre me han mostrado, tanto a mí como a mi familia, su apoyo en los momentos tan difíciles que hemos pasado durante estos últimos años, por la actitud injusta de los actuales propietarios del Albacete Balompié contra nosotros».

Ha agradecido las felicitaciones que está recibiendo estos días y ha precisado que «no es mi deseo entrar en más polémicas, tan estériles como innecesarias». «La justicia se ha pronunciado y eso es lo que queda y lo que vale», ha destacado.

Ha recordado que comenzó su relación con el Alba en 2003, con Ángel Contreras como presidente y que «durante muchos años proporcionó las comidas, en la cafetería y mediante catering, a los diversos equipos del Albacete Balompié en sus desplazamientos».

Ha indicado que, con el tiempo, se le fue acumulando una deuda por parte del club de hasta 200.000 euros pero que «a pesar de ello nunca dejé de servir una comida a bocadillos a las plantillas de jugadores del Albacete, sufragando ello con un grandísimo esfuerzo familiar, a vedes insoportable».

«Siempre cumplí con mi obligación y con mi devoción», señala. Y recuerda que, cuando por necesidades de la primera plantilla, hubo que ampliar la cafetería, «el gasto, cercano a los cien mil euros, también fu sufragado por mí. El club no disponía de dinero».

Paco rememora que, en un momento de fuerte crisis económica que hacía peligrar la existencia del Alba, «los entonces gestores me solicitaron que invirtiera 60.000 euros a cambio de mil acciones del club, lo que ante la situación que existía acepté».

Después el club presentó concurso de acreedores y perdió 32.500 euros. «Ni que decir tiene que la cafetería que regentaba no generaba ingresos para cubrir todos esos gastos y pérdidas y que todo se saldaba a costas de mis ya maltrechos ahorros», indica.

Recuerda que al hacerse cargo del Alba los actuales propietarios asumieron la deuda que el club tenía con él, de 99.000 euros y que «acepté que se me pagara a razón de mil euros al mes, sin intereses, durante siete años».

Indica que tenía contrato en vigor hasta 2032 para gestionar la cafetería de la Ciudad Deportiva y la repostería del Carlos Belmonte pero que «un día, sin más, cambiaron las cerraduras de la puerta del estadio por donde accedía a mi trabajo y decidieron despedirme, resolviendo unilateralmente mi contrato». Por ello puso el caso en los tribunales, «confiando en que se pondría fin a la injusticia cometida, como así ha sucedido».

Termina dando las gracias a todos los que han sido jugadores, entrenadores, directivos, empleados y aficionados «por sus muestras de apoyo que vengo recibiendo». «Su amistad me honra y me llena de satisfacción. Ese es mi auténtico patrimonio de mi paso por el Albacete Balompié, al que llevo en mi corazón desde hace más de cincuenta años», concluye.