El Gobierno de Castilla-La Mancha canalizará e invertirá 10.034.933,62 euros procedentes del Pacto de Estado contra la Violencia de Género en la prevención y sensibilización ante cualquier tipo de violencia hacia las mujeres, así como a la atención y recuperación de las víctimas.
Así ha quedado establecido en la Conferencia Sectorial de Igualdad celebrada este martes en el Ministerio, en la que la consejera de Igualdad castellanomanchega, Sara Simón, ha valorado la importancia de que los criterios del reparto de financiación establecidos desde el Gobierno de España “sigan concediendo un mayor peso” a los factores de densidad de población y dispersión geográfica, “porque no podemos dar la espalda a las mujeres del mundo rural y a las zonas poco pobladas”, ha asegurado.
Según el reparto aprobado, tras la renovación del Pacto de Estado, Castilla-La Mancha verá incrementada su financiación para 2025 en 1.241.801,74 euros con respecto a 2024, que destinará a todos los recursos y programas contra la violencia de género, así como a la atención de las víctimas.
“Vamos a seguir reforzando, mejorando y ampliando nuestros recursos de atención a las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia, con nuevos retos como la apertura de un centro específico desde el que combatir la trata y la prostitución, y vamos a hacerlo volviendo a ser una región referente en políticas de igualdad”, ha asegurado Simón.
Estrategia nacional dirigida a la población más joven
La consejera de Igualdad ha felicitado al Ministerio de Igualdad tras haber logrado la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, así como a todas las fuerzas políticas que con su voto lo han hecho posible, alertando a su vez “de la fuerza política que se ha posicionado en contra” y pidiendo una “reflexión” para que “quienes niegan la violencia no condicionen las políticas públicas”.
En este sentido, Simón ha instado al Ministerio de Igualdad a liderar una “estrategia nacional”, con la participación de las comunidades autónomas, para la puesta en común de “políticas, medidas y propuestas” que persigan que las generaciones más jóvenes “entiendan que hay que relacionarnos desde el respeto y la igualdad, haciendo cómplices a los hombres”.