El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha propuesto, esta mañana en Madrid, cinco grandes pactos de país en materia de “armonización, energía, bienestar, presupuestos e infraestructuras”, que “facilitarían mucho más la competitividad del país, actualmente inmerso en un cortoplacismo que impide tomar decisiones que pasarán factura mañana”, ha sostenido.
Así se ha pronunciado García-Page en el desayuno-coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), entidad con 68 años de trayectoria y que aglutina a cientos de directivos de 2.300 compañías. Allí, el presidente autonómico ha garantizado que en Castilla-La Mancha las empresas “van a encontrar un aliado”, porque “nos convertimos en socios burocráticos”, lo cual ha permitido batir récords en atracción de inversiones y en índices de confianza empresarial.
En este contexto, el presidente castellanomanchego ha resumido cinco “aportaciones que son factibles, que pueden parecer sueños, pero que me parecen totalmente razonables”, y que “lo serían si se recupera la realidad de que en España mandaran las mayorías, en vez de las minorías muy minoritarias”, o si “las decisiones del país no dependieran de los que no dejan gobernar”.
De este modo, ha comenzado apuntando a un “pacto sobre una agenda de armonización” en torno a criterios técnicos, para que “podamos tener el mismo sistema operativo en los sistemas sanitarios, que podamos tener los mismos sistemas de información ciudadana o que los trámites administrativos puedan ser más o menos homogéneos en todas las autonomías”, algo que es “de puro sentido común”.
En segundo lugar, el presidente regional ha propuesto un pacto que afecta a la transición energética, a fin de que España alcance “la soberanía energética, aprovechando la gran capacidad que tenemos de generación” de energía renovable, algo que “afecta a la competitividad de un país y que podría ampliarse, también, al ámbito tecnológico”, ha ahondado.
Asimismo, ha expuesto la conveniencia de culminar un gran acuerdo por la sostenibilidad del bienestar, que constituye un “reto en gasto sanitario, en pensiones y, en definitiva, en atención a la Cuarta Edad”. En este sentido, ha relacionado este aspecto con el gasto que se realiza en materia farmacéutica y el “gasto en medicamentos”.
Emiliano García-Page ha deseado también “una reflexión sobre un pacto sobre legislación presupuestaria”, para evitar “el drama de que tengamos que estar esclavizados por un presupuesto de tipo anual”, un plazo que ha considerado “absurdo” y que provoca que, eventualmente, “tiemble todo el sistema institucional”, al tiempo que ha propuesto “un marco presupuestario y fiscal” con un horizonte de “cinco años”.
Por último, ha apostado por un pacto sobre infraestructuras, dado que “se necesita dar otro nuevo salto” en este apartado para el que “no va a haber dinero para financiar más autovías ni más líneas de Alta Velocidad”, ha advertido, al tiempo que ha sugerido que “hay que pactar cómo se aborda, con seriedad, y cómo se mantiene”.
Las autonomías y la mentalidad de país
“En realidad, detecto mucho más ambiente de colaboración entre las autonomías que la que hay en la clase política nacional” y “las autonomías son, hoy por hoy, grandes facilitadores”, ha proseguido el presidente castellanomanchego, que ha incidido, además, en que “las autonomías somos parte del Estado” y en que “España no es un Estado compuesto, es un Estado unido que tiene descentralización política”. Así, ha reconocido que a veces hay “competencias entre las autonomías que son un poco insanas, aunque tenemos una relación de convivencia con todo nuestro vecindario que es extraordinaria”, especialmente con la Comunidad de Madrid, con quien “hay una predisposición de coordinación y una colaboración efectiva en materia de infraestructuras o transportes”, ha reseñado.
La oportunidad de dar el salto de la industrialización de la energía
Emiliano García-Page ha subrayado la importancia que supondrá abordar “el salto de la industrialización de la energía”, ya que “no se trata solo de producirla, sino de generar todo un tejido industrial de desarrollo y aprovechamiento de esa energía”, creando en torno a ello una nueva marca España. “Que toda empresa que quiera ser competitiva el día de mañana se instale aquí es un gran reto nacional”, ha continuado, al tiempo que ha abogado por “convertir toda la potencia energética que tenemos en industria en el territorio y, a ser posible, en los territorios donde producimos la energía”.
En este marco, ha lamentado que existen subestaciones “que solo sirven para volcar en la red la energía que se produce, cuando podrían servir también para volcarla en la empresa” y ha avanzado que “en la región vamos a tener 24 desdoblamientos de subestaciones que van a permitir muchísima inversión”.
En este acto, el presidente regional ha estado acompañado por el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; la presidenta de APD, Laura González-Molero; y responsables de las principales empresas del país y de la Comunidad Autónoma.