Hasta el momento parecían suficientes los 427 rastreadores con los que cuenta Castilla-La Mancha para combatir el Covid-19. Pero ante el avance de la pandemia en las últimas semanas, el presidente de la Junta de Comunidades, Emiliano García-Page, ha anunciado que ha solicitado al Ejecutivo central que «empiece a preparar un contingente de entre 400 y 600 rastreadores posibles, dependiendo del Ejército». Lo hacía con unas declaraciones que han sido noticia nacional porque se ha referido a que la región necesita más rastreadores por el «efecto Madrid».
Incluso ha aseverado que «el 80 por ciento de los casos que tuvo Castilla-La Mancha vinieron de la bomba radioactiva vírica que se plantó en Madrid».