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Una vecina de la capital, el pasado mes de Junio, denunció haber sido víctima de un robo con intimidación. Relató en Comisaría que había sido asaltada por un individuo, que le arrebató su teléfono móvil, una gargantilla de oro y el dinero en efectivo que portaba.
La investigación policial ha concluido al recuperarse el teléfono determinando que, en realidad, lo había extraviado.
Inventó su falaz historia para cobrar la indemnización de su compañía de seguros.
Ahora, después de cometer simulación de delito y estafa, tendrá que comparecer ante la Autoridad Judicial.
