Alberto Aguilar
Ha justificado con creces su presencia en la Feria de Albacete. Aunque se fue de vacío, toreó con verdad, cruzándose con sus oponentes, mostrando pundonor y ratificando que no se arruga ante las adversidades. Ante un lote venido a menos, Aguilar causó una buena impresión.
Al cruzarse con su oponente, el toreo obtiene un plus de verdad que es el que debería verse todas las tardes y ser realizado por todos los diestros. Algo tan sencillo, que a la vez cuesta tanto, es lo que genera que toda la faena gane en importancia y emoción. Alberto en Albacete demostró que sí se puede.
Joselito Adame
El torero mejicano ha realizado el toreo más vistoso de la tarde en el quinto, un astado de Alcurrucén que salió como sobrero tras ser devuelto el titular de “El Puerto”. En una faena parecida a la de su primero, que fue de más a menos, Adame gustó cuando se encajó con el toro.
Debido a la condición de los de su lote, no pudo desplegar su repertorio de suertes capoteras. Se puede aprobar su actuación en la tarde de ayer en Albacete. Eso sí, su estocada al segundo mejor la olvidamos, tanto por colocación como ejecución, muy defectuosa.
Rubén Pinar
Obtuvo un trofeo en el que cerraba plaza. Sus principales armas fueron el mando, ligazón y temple, especialmente vistoso alargando los muletazos. En el debe, anotamos la ausencia de cruce con sus toros así como el descargar la suerte en casi todos los lances. De momento, es el triunfador numérico de la Feria 2013. Quien golpea primero…
Si sus compañeros de terna no anduvieron acertados con los aceros, Pinar lo ve claro y se tira encima de los toros en corto y por derecho. El corte de esta oreja le ha valido para obtener la sustitución del lesionado Escribano.
Puerto de San Lorenzo:
Se esperaba mucho más del hierro del primer festejo de la Feria de Albacete. Si en presentación resultaron desiguales aunque bien presentados en general, en cuanto al juego que desplegaron en el ruedo dejaron mucho más que desear. Nobles y flojos, con cierto fondo de clase aunque venidos a menos, la corrida no alcanzó las cotas de brillantez que se les suponía. El quinto fue devuelto por inválido tras herirse la mano derecha. Aunque quizás un par de hermanos debieron seguir el mismo camino por similar motivo. Por último, la vuelta al ruedo en el arrastre al sexto quizás se antoja algo excesiva, un toro potable que no notable.
Al hilo del festejo
Como se venía anunciando, se cosechó una entrada más que aceptable en tarde que comenzó siendo de bochorno y que terminó en lluvia intensa pero intermitente. Cerca de dos tercios de aforo se registraron en la tarde ayer.
El respetable salió del sopor provocado por los toros del “Puerto de San Lorenzo” sólo en momentos puntuales. Y es que sin la emoción, el arte de la Tauromaquia pierde toda su razón de ser.