Lo cuenta el periodista Manuel Cabana en La Voz de Galicia, la auditoría encargada por la recién llegada directiva del CD Lugo para conocer el estado del club lucense podría deparar numerosas sorpresas desagradables. Aunque la investigación no está finalizada, los auditores madrileños han detectado salidas de dinero del club hacia cuentas de directivos sin estar documentadas, contratos blindados de técnicos y directivos para las dos próximas temporadas por cantidades muy importantes firmados, supuestamente, en los últimos días de la anterior directiva, o sociedades mercantiles de personas del cuerpo técnico que cobraban del club al margen de las nóminas que ya percibían, el que sería el caso del exentrenador Quique Setién, según las citadas fuentes. Son algunas de las irregularidades que la auditoría va a pedir al club que aclare en los próximos días.
Sobre los supuestos préstamos, Cabana desvela que hay 457.248 euros que pagó el club a dos directivos sin documentación. La primera irregularidad que detectan los auditores es que el club pagó el 30 de julio del 2013 al entonces presidente José Bouso 363.000 euros; y otros 94.000 al también directivo Víctor Ferreiro.
Además, denuncian que empresas de directivos cobraron por obras en el club de las que no existe constancia documental.
Sobre contratos blindados indican que el director general tiene contrato para dos temporadas blindado con 420.000 euros.
Aemás, Mougest, la auditoría revela que la empresa Mougest SL, creada por el director general del club, Carlos Mouriz, firmó un contrato de prestación de servicios deportivos y de representación, entre otras cosas, de publicidad con el Lugo el 1 de julio de 2013 y desde entonces le facturó y cobró unos 240.000 euros por servicios indeterminados que, supuestamente, tampoco están documentados.
La auditoría también pone de manifiesto que el anterior entrenador, Quique Setién, tenía un contrato de 72.000 euros al año más un bonus de 60.000 si conseguía la permanencia. Pero lo curioso para los auditores es que la empresa Sofilase, creada por Enrique Setién y su esposa también facturó entre los años 2013 y 2015 otros 261.000 euros al Lugo, por la prestación de servicios deportivos y similares que -como en el caso de Mouriz- tampoco está acreditado que se realizasen.