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Partido muy extraño en el que el Alba va casi a jugarse la vida, en Gijón y, encima, frente a uno de los equipos que mejor lo están haciendo de la temporada. Aritz estaba destituido el domingo, el lunes lo salvan los jugadores, el martes dimite Mauro Pérez y el mismo míster, como se siente un hombre de Mauro, presenta también su dimisión, aunque no se lo aceptan. Da la sensación de que no está destituido, más que porque los jugadores lo hayan pedido es que no hay plan C. No sabemos si con la llegada de Toni Cruz ya se estará buscando un plan C.

Ya hablando solo de lo estrictamente deportivo son baja los laterales que empezaron como titulares Benito y Fran García. En lo demás no sabemos si el míster se la jugará con los consagrados u optará por seguir con las rotaciones.

Un Alba que se la juega, además, en el único campo de Segunda División donde ahora mismo nadie ha conseguido ganar.

Y que se mide a un Sporting que viene espoleado por el partido en Las Palmas donde le remontó el conjunto insular un 0-2.

David Gallego, el míster del Sporting, podría hacer más rotaciones para este partido porque en pocos días se medirá al Espanyol, en una pelea por los puestos de arriba de la tabla.

Para la cita cuenta con varias bajas por lesión y la ausencia de Bogdan, que tiene que seguir en Ucrania a la espera de completar la cuarentena tras detectársele un positivo durante su estancia con la selección sub-21 de su país.

El peligro del Gijón es el enrachado delantero Djurdjevic, aunque los de Aritz no podrán relajarse frente a ninguno de los hombres de David Gallego porque hay que ganar ya para seguir con vida en una Segunda muy complicada.