El Juzgado de lo Penal número 1 acoge este miércoles el juicio a un hombre, V. M.G., acusado de estafa por haberse hecho pasar por corredor de antigüedades y galerista para hacerse con obras de arte que vendió o usó para pagar deudas personales pendientes.
Los hechos que se juzgan mañana ocurrieron en 2008 y la fiscalía pide para el acusado dos años y medio de cárcel, más la indemnización por los objetos que no ha devuelto y aún no han sido recuperados y por los que sí lo han sido, pero dañados.
Según el escrito de acusación, el acusado, desde Villarrobledo, se hizo pasar por anticuario y «propietario de dos galerías de arte» y creó la identidad de un coleccionista internacional.
Con esa falsa identidad contactó con una mujer residente en Venezuela, propietaria de obras de arte religioso de los siglos XVII y XVIII, a la que convenció para enviar varias tallas para que él las vendiera en España.
La acusación dice que, de esta forma, la víctima, en octubre de 2008, envió una talla del Niño Jesús, otra de San Rafael, un óleo de una madona, una figura de estaño y una lámina de latón de ‘la Dolorosa’, así como 31 pilas bautismales y otros objetos.