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A veces en la vida, menos de las que sería justo, cuando te ríes de las desgracias de los demás, acaba volviéndose en tu contra y si aún encima es con corte de mangas y peinetas, pues la penitencia debería de ser mayor. Ojo, que tire la primera piedra quién esté libre de pecado, que seguro que nosotros muchas veces hemos cometido por desgracia el mismo error. Pero no entendemos que sin haber rivalidad ninguna y sin haber pasado nada entre aficiones durante el partido, que lo único que les molestase es que la afición del Alba animara sin parar a su equipo. En fin, que al final la alegría fue si cabe aún mayor.