La cantante albaceteña María Rozalén ha estado este martes en El Hormiguero, de Antena 3, con Pablo Motos y ha vuelto a conquistar a la audiencia.
Su último trabajo ya es disco de Oro y Motos destacó que: «Antes de nada, te tengo que dar la enhorabuena por muchas cosas. Es muy difícil hacerse un nombre propio en el mundo de la música. Hay muchas plataformas, no se venden discos, pero tú lo has conseguido».
«No me puedo quejar de nada. Llevo haciendo conciertos desde los 16 años y mis tres hijos, mis tres discos me han salido muy bien», contestó ella.
La cantautora estudió psicología y musicoterapia. Por eso, Rozalén estaba segura de que esto era solo una etapa, algo que parece que empieza a cambiar. «Creo que es algo que estoy viviendo momentáneamente hasta que alguien llegue y me diga que hasta aquí. Pero ahora sí que estoy empezando a sentir que quiero seguir haciendo esto toda mi vida», decía.
Entre halagos, Pablo Motos le confesó cuál es su canción favorita: Amor prohibido, una de las pocas canciones que no tienen letra de Rozalén. «Es de Felipe Benítez Reyes. Cuenta la historia de amor de mis padres. Es que mi familia es muy intensa. Mi padre fue sacerdote diez años, hasta que se enamoró de mi madre. Lo pasaron muy mal porque era finales de los setenta y los dos eran muy creyentes», decía entre risas y comentaba cómo algunos de sus fans ahora le comentan que su padre los casó o los bautizó.
Y habló de Girasoles, la canción que le gustaba al pequeño Gabriel Cruz asesinado en Almería. «Es una canción que se la dedico a la gente bueno. Le dedicamos demasiado tiempo a la gente mala, y no es que haya más, solo hacen más ruido».
Rozalén contó como conoció a Beatríz Romero, la interprete que la acompaña en sus actuaciones. «Nos conocimos en Bolivia y ahí se lió la cosa. Además de intérprete es clown y se puso la nariz y se puso a signar un tema. Nos dejó boquiabiertos, y ahora somos Pili y Mili», contó.