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Por Julio Martínez
Tarde sería y madura de Roca Rey, que pinchó la puerta grande que sí atravesó el toricantano en dos faenas de arrojo y pundonor injustamente premiadas por la presidenta
Samuel Navalón recibió de rodillas al primer toro de su vida, de toreros pitones, estrecho de sienes y con mirada de bravo. Un Jandilla en Jandilla. Variedad apabullante con la capa. Verónicas, chicuelinas, a pies juntos y al paso, gaoneras en los medios de una importancia tremenda. Hoy no sonó la banda de música. Todo, como entrante y postre de un tercio de varas inexistente. Sangre ni para un análisis. Simular el puyazo es una tauromaquia simulada. Aunque Navalón, y su mecenas Nemesio, no tienen un pelo de tontos. Crudito y a apostar. La ceremonia de alternativa, muy tierna. Emotiva. Manzanares le pidió a Roca que participase del momento. El discurso, larguito, terminó de avivar los tendidos. Brindis a la familia, que iba también de blanco y oro.
Antes de empezar con la muleta cambiando el viaje por la espalda desde los medios, la banda arrancó por ‘Agüero’. Bonito gesto. Con los paisanos hay que ser generosos, que no indulgentes. Labor maciza, inteligente y con desparpajo la de Navalón. Aprovechó los dos pitones del buen toro de Borja Domecq, que embistió con codicia y picante. Alternó el toreo canónico con la verbena. A gran nivel en ambos registros. Sin escatimar a la hora de arrimarse y con el epílogo damasista del péndulo. Que no fue remate porque luego dejó bernardinas sin estoque de propina. Rotundísimas. La plaza, en pie. Una estocada espectacular por la ejecución. Petición de las que marcan época y la presidenta jugando a ser protagonista dejó aquello en una oreja. Tres vueltas al ruedo dio el torero. Son tantas las veces que Genoveva ha reventado corridas con un afán únicamente circense y personalista que no hay mucho más que añadir. Cinturón negro en vergüenza ajena. Yo creo que lo hace por venir luego a leer lo que dicen de ella y amenazar con denunciarnos. Somos machistas, dirá. Y tú eres muy mala. Y si tuvieras cojones, serías muy malo.
A porta gayola otra vez con el sexto, bullidor en el recibo, generoso en el castigo en varas y el brindis al público con toda la plaza puesta en pie. No se quejará Navalón de cariño. Empezó con la muleta por estatuarios en los medios y se llevó una colleja gorda. Se asustó mucho el público porque el torero se echó la mano al muslo, pero aparentemente no llevaba nada. Después, todo entrega. Pases de pecho impecables y muletazos, especialmente al natural, con la mácula del enganchón. Pero Albacete se rompió la camisa con su nuevo torero. En parte, gracias al robo del primero. Celebró la presidenta el navajazo que dejó el torero. Aún así, la gente esperó con intriga el desenlace y Samuel descabelló de forma espectacular. Otra vez, petición incontestable. Después de un infame bajonazo, entonces sí concedió la oreja que le abrió la puerta grande. Mismo premio a dos faenas antagónicas. Se busca presidente. O presidenta. Se busca alguien que sepa de toros, sea del sexo que sea.
Roca Rey brilló en el toreo al natural con el dulce tercero. Con altas dosis de calidad en la embestida aunque falto de picante para empatar con el mando del peruano. Administró fenomenal los tiempos, las alturas y los toques para dosificar al de Jandilla. Sin mucho ajuste, eso sí, pero bajando la mano y alargando el muletazo. Cuando se vino abajo el toro, arrimón made in Roca. El descabello se llevó el premio pese a la gran estocada.
Con el quinto, Roca sacó el repertorio que lo ha hecho millonario. Dueño del escenario, tafalleras, gaoneras. Un inicio andándole de rodillas de enorme mérito y luego hizo un esfuerzo bárbaro. El de Jandilla fue tremendamente informal en la embestida y con un comportamiento alocado. Acusó, eso sí, un puyazo del que sangró una barbaridad. Se libró de varias cogidas porque se puso tan de verdad y fue tan mentiroso el toro que la faena estuvo todo el rato en el alambre. Le salió la vena julista al peruano. Lleno de sudor, con el pelo alborotado. Pura pasión. Dos pinchazos antes de un estoconazo de premio dejaron aquello en una ovación.
El primero de José María Manzanares no valió nada y su segundo fue bravo hasta que, aburrido por el trato, dejó de serlo. Se comió al torero, que lo mejor que hizo fue el paseíllo.
FICHA DEL FESTEJO
Albacete, sábado 14 de septiembre de 2024. 7ª de la feria de la Virgen de los Llanos. Toros de Jandilla, bien presentados y de juego variado.
José María Manzanares: silencio y ovación.
Roca Rey: silencio y ovación tras aviso
Samuel Navalón, que tomó la alternativa: oreja y tres vueltas al ruedo tras abrumadora petición y aviso y oreja con petición de la segunda tras aviso.
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