Javier Castaño
Quizás pecó de encimista así como de muleta retrasada en ambas faenas. Si bien lo intentó de todas las formas y modos, Javier no consiguió los objetivos inicialmente planteados. Se le esperaba con ganas a Castaño, especialmente a su cuadrilla, pero el torero ha pasado de puntillas por el abono de la plaza de toros de Albacete. Bonito gesto al poner en suerte al cuarto “samuel” para ser picado, intentando mostrar cómo debe hacerse una buena suerte de varas. Lástima que el toro no respondiera como se esperaba. Aunque estuvo más animoso en su segundo, en el que abría plaza le vimos un tanto desangelado…
Su cuadrilla: Una de las notas positivas de la tarde. Hombres de plata como David Adalid, Fernando Sánchez, Marco Galán o el picador Tito Sandoval no sólo se ganan el sueldo cada tarde sino que además son un ejemplo práctico de cómo deben realizarse las suertes. Pareando con verdad, asomándose al balcón como dicen los antiguos y picando como debe hacerse: moviendo al caballo, lanzando el palo y colocándolo en lo alto. Y de la brega, los capotazos justos, ni más ni menos. Una delicia. Lo clásico, puro y con verdad siempre está de moda.
Rubén Pinar
Le dieron la sustitución del lesionado Escribano y Pinar demostró que no venía de paseo a la plaza que le vio cortar una oreja el pasado 8 de septiembre. Porfió con el segundo de la tarde, un manso encastado con aviesas intenciones, hasta que fue prendido de forma espectacula,r afortunadamente sin consecuencias. Tras eso, vimos a un valiente Pinar que realizó una labor meritoria a base de tragar y colocarse. La vuelta al ruedo que realizó es de ley.
En su segundo, quinto de la tarde, un toro que fue siempre con la cara a media altura, Rubén siguió mostrando que quería pero la nula condición del astado se lo impedía. Una pena. Aunque Pinar cortase una oreja en la primera de Feria, pensamos que la actuación de hoy es más completa pese a no cortar trofeos. Ya se sabe que las orejas se descomponen y que el toreo permanece. En este caso, queda en el recuerdo la gallardía del paisano.
Sergio Serrano
El poco toreo ligado y de buen trazo lo vimos en el tercero de la tarde, de nombre “Sevillano”. Fue el más noble del encierro, manso aunque con clase, con un buen pitón derecho y muy complicado por el izquierdo. El único aprovechable de los seis jugados. Serrano lo toreó con gusto con la diestra, aunque con algún desajuste. Nos gustó más en el toreo fundamental que cuando empezó a tirar de recursos de suertes accesorias, lícitas por otra parte. Anotamos temple y firmeza. La oreja, merecido premio, de eso no cabe duda. Y más dado el testimonial número de festejos que lleva hasta la fecha.
Y el que cerraba plaza vino a confirmar que la tarde de Samuel Flores queda muy lejos de aquellas fechas de grandeza que ha vivido la legendaria ganadería en Albacete. El astado, que resultó muy complicado y que no tenía ni uno, lanzaba un feo derrote al término de cada lance. Sergio no se arrugó y salvó los muebles, exponiendo más de lo que tenía el bicorne. Sin toro que emocione, todo pierde importancia… Sergio Serrano merece más oportunidades.
Samuel Flores
Se lidiaron seis toros que tuvieron forma pero nada de fondo. Sólo resultó aprovechable el lidiado en tercer lugar, un manso encastado con nobleza y cierta clase. El resto anduvieron entre complicados, broncos y sin opciones en la muleta. Varios murieron buscando tablas, incluso primero y segundo fueron a resguardarse en chiqueros. En la suerte de varas, poco o nada. Casi todos se dolieron en banderillas, además. Aunque los “samueles” son queridos en su plaza, la mansedumbre vista en más ocasiones de las deseadas condicionó todo el festejo.
Público
De nuevo, cerca de dos tercios de aforo. Lo de esta plaza y la afluencia de espectadores está empezando a ser digna de salir en “Cuarto Milenio”. Nos sorprendió, y no para bien, que parte del público pitase a Pinar en su segundo y luego aplaudiese a ese toro en el arrastre. Sorprendente. Aunque con la petición del indulto de ayer, quizás todo empieza a cuadrar.