El incendio que castiga a la zona de la Sierra del Segura, entre las localidades De Yeste y Molinicos, sigue incontrolado, desde que se declarara el jueves por la mañana, y avanza en algunos flancos sin control, mientras cientos de trabajadores del INFOCAM, Sepei o la UME tratan de sofocarlo sin alcanzar el éxito de controlarlo, entre unas condiciones meteorológicas muy desfavorables.
El siniestro mantiene a 800 vecinos fuera de sus casas o recluidos en las mismas sin poder salir, como es el caso del municipio de Molinicos.
Los vecinos que están en la zona están desesperados y nos han remitido distintos testimonios. Hijos jóvenes cuyos padres ayudaron en el terrible incendio de 1994, al que recuerda el siniestro de ahora que ha arrasado ya 2.000 hectáreas, y que ahora les cuentan a quienes entonces no habían nacido que no entienden cómo no pueden apagarlo o que no dejen participar a los vecinos en la extinción. Aunque el puesto de mando avanzado quiere garantizar en todo momento la seguridad de las personas, como vienen insistiendo en sus declaraciones los representantes institucionales.
Ahora es el momento de controlar y apagar el fuego y después tocará depurar responsabilidades. Pero la impotencia se apodera de todos, en las imágenes vemos a los bomberos y agentes medioambientales trabajando hasta la extenuación y volver con lágrimas en los ojos, especialmente los que son de la zona, por ver lo que está pasando.
Los más mayores no entienden cómo en el 94, con menos medios, lo pudieron apagar con ayuda de los vecinos y ahora, con decenas de medios aéreos y terrestres no hay forma de controlarlo.
También hay vecinos que han protestado por la extrema sequía que padece el embalse de la Fuensanta. Esto hace que los hidroaviones tengan que ir a cargar agua más lejos y se pierda algo de tiempo.
Y algunos no entienden que el Gobierno Regional tardara 24 horas en elevar el incendio a nivel de Emergencia 2 para que pudiera actuar la UME, ya que la Unidad Militar de Emergencias debe pedirla así la comunidad autónoma.
Insistimos, la prioridad es detener el fuego y salvaguardar las viviendas de numerosos vecinos y la sierra, uno de los rincones más atractivos de la provincia de Albacete, pero después habrá que depurar responsabilidades, aunque sea por las lágrimas de impotencia derramadas estos días especialmente por los mayores que ven, otra vez, cómo peligra todo por lo que lucharon.
Insistimos, la prioridad es detener el fuego y salvaguardar las viviendas de numerosos vecinos y la sierra, uno de los rincones más atractivos de la provincia de Albacete, pero después habrá que depurar responsabilidades, aunque sea por las lágrimas de impotencia derramadas estos días especialmente por los mayores que ven, otra vez, cómo peligra todo por lo que lucharon.
