El Ayuntamiento de Albacete celebró este jueves, 30 de abril, el último pleno ordinario del mandato de la popular Carmen Bayod, que no concurrirá a la reelección, aunque resta otro pleno para aprobar las actas a las que se ha dado luz verde en el de hoy.
Termina así un mandato que ha sido difícil en el Consistorio, con cuatro años protagonizados por las protestas, con un duro plan de ajuste que estaba motivado por la millonaria deuda con proveedores que tenía el Consistorio pero donde quizás la situación se habría suavizado en algunas ocasiones con algo menos de soberbia. No hay que olvidar que el duro plan de ajuste, que suponía por ejemplo el cierre de la escuela infantil de Campollano, se aprobó en un pleno marcado por la convocatoria de huelga general donde se vivieron tensos momentos en el Ayuntamiento. Seguir el pleno fue un golpe de mando de Bayod -que, eso sí, en un acto reciente para presentar al candidato del PP Javier Cuenca reconoció que ese día le temblaban las piernas, pero que tenía el apoyo del partido y siguieron adelante-.
Ahora, años después, algunos ajustes empiezan a volverse atrás, aunque no quedan al nivel de 2011, y se pone fin a una legislatura que ha supuesto algunos de los años más duros de Gobierno por la fuerte crisis económica.
En este contexto, y con una situación ciertamente algo más esperanzadora ahora para la ciudad, se daba por concluido un pleno en el que los distintos partidos han acordado trabajar para mejorar la transparencia de esta institución.