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Un abonado del Alba afectado por las obras: ¿Y quién no tiene redes sociales, no se entera?

Luis Ulacea, abonado al Albacete Balompié desde hace varios años, no podía creer lo que le estaba pasando cuando acudió a ver el Alba-Cádiz -y no se refiere a la jarra de agua fría del empate en el 92 por parte del rival- hace mención al hecho de que cuando llegó se encontró con su asiento en obras y sin que el club le diera reubicación. La imagen que vimos, del enfado evidente de varios aficionados en el Belmonte en el arranque del partido frente al Cádiz nos llamó la atención y él nos ha contado su historia.

Ha explicado a este medio que «llegué a mi sitio de Preferencia, como en cada partido y me encontré con que no me podía sentar por las obras, que encima empiezan a estas alturas de la temporada».

Critica que «la explicación que me dieron del club a por qué no me habían informado es que lo habían hecho a través de las redes sociales» y se pregunta «qué trato es ese a un abonado, que paga religiosamente su abono».

«Yo no tengo redes sociales, así que no tenía ni idea, y para colmo, me encuentro con que el trato que me dieron no fue el adecuado, más allá del chico que nos atendió en un primer momento, cuando nos planteamos sentarnos incluso en las cabinas de prensa de Preferencia».

Y es que, como explica, su caso no fue el único. «Hubo más abonados en esa zona que no tenían ni idea y nos enfadamos mucho, claro, porque el club debería habernos avisado antes y por los canales adecuados».

«Me dijeron que me sentara donde pudiera, pero si yo pago un sitio es para estar ahí y si en ese no puedo, me lo tendrán que buscar ellos porque y si me siento en uno que tiene dueño y viene el abonado y me tengo que ir».

Al final pensaron en ubicarlos en un palco «pero el primero en el que nos iban a sentar, hubo una llamada de teléfono, imagino que a alguien de la directiva, y se descartó» y «al final nos sentaron en uno del extremo, pegando a Gol Sur».

«Entiendo que el club no tiene la culpa de las obras y que si hay que hacerlas pues habrá que hacerlas, pero que nos informen como deben».

«Las obras no son achacables al club, pero el comportamiento para avisarnos sí».

«Sentí rabia e impotencia con la situación, después de varios años acudiendo cada jornada a ver a mi Alba».

Y para colmo reconoce que «me fui con enfado, entre esto y el gol del empate en el 92».

Por cierto, que avisa que «de cara al siguiente partido no nos han dicho dónde nos tenemos que sentar» y pide más previsión.

Detalla que sí había abonados afectados por las obras «que tienen redes sociales y se habían enterado, ante lo que estaban ya reubicados» pero pide «comunicaciones accesibles para todos y como merecemos los socios».

«¿Quién no tiene redes sociales, qué, que no se entera?», se preguntaba